La competición de League of Legends no se libra de los habituales fallos del juego y el último partido de T1 ha estado marcado por los bugs. A lo largo de la serie que enfrentaba al equipo de Faker con Hanwha Life Esports, dos largas pausas tuvieron lugar y en ambas la situación se resolvió en contra de los intereses del mid laner. Una situación que ha dejado muy a disgusto al que todavía se considera como el mejor jugador de la historia, que ha expresado su decepción con Riot Games tachando de “lamentable” el gran número de fallos del videojuego.
Faker critica el estado de League of Legends
La polémica comenzó en la segunda partida, cuando Gumayusi (Ashe) se dio cuenta de que sus runas eran las equivocadas. El tirador aseguraba que se trataba de un fallo del videojuego, pero no pausó la partida hasta que ya había llegado al minuto cuatro. En este caso, la culpa es del equipo de T1 por no darse cuenta a tiempo, ya que el reglamento de las grandes ligas establece el minuto 2 (o el suceso de eventos significativos) como el momento más tardío en el que se puede reiniciar un enfrentamiento de League of Legends competitivo salvo que haya una gran justificación.
Esta situación ya caldeó el ambiente. Aunque es cierto que debían haberse dado cuenta antes, los jugadores de T1 tuvieron que enfrentar una situación de desventaja provocada por un fallo del juego. Sin embargo, la gota que colmó el vaso llegó en la tercera partida. En esta, un nuevo bug se inmiscuyó en el camino de los de Faker. Esta vez afectó a Oner (Xin Zhao) quien dispuso de una carga extra en el Aplastar que le permitió ganar una ventaja injusta durante los primeros minutos. Aquí podríamos cargar contra el jungla, pero hay muchos problemas que invitan a pensar en que al evidente fallo del juego es unió una actuación nefasta de los árbitros.
En cuanto el bug sucedió, el jugador de T1 se lo comunicó a los árbitros en dos ocasiones. Como estos no hicieron, consideró que debía seguir jugando normalmente. A fin de cuentas, podía ser él quien estuviera equivocado. No fue hasta el minuto siete, cuando Oner consigue las cinco cargas del Aplastar en un minutaje técnicamente imposible, cuando los oficiales de la partida deciden paralizarla. Tras un periodo de reflexión, deciden aplicar el Chronobreak que no quisieron ofrecer a Gumayusi, pese a que habían pasado muchos minutos de partida desde entonces y los muchachos de Faker acumulaban una ventaja que pocas veces vemos remontar en el League of Legends competitivo.
Finalmente, los jugadores de T1 se pudieron reponer de los problemas que tuvieron que enfrentar por culpa del juego y ganaron, pero eso no evitó el cabreo de Faker. En su entrevista pospartido, el mid laner expresó que había experimentado este tipo de situaciones en varias ocasiones a lo largo de los últimos años y dejó un recado para los desarrolladores. En palabras del jugador: “Es lamentable que Riot Games no resuelva estos problemas”. Una evidente decepción que muestra algunos de los grandes problemas de League of Legends como juego competitivo.
Además, hay que destacar que esta no es la primera polémica de T1 con los árbitros de la LCK. La organización se quejó de que en la explicación oficial de Riot Games se omitiese el hecho de que Oner avisó a los oficiales al mando de la partida justo cuando sucedió el bug. Este no es el primer problema de Faker con los árbitros, que a lo largo del comienzo del año ya sufrió por culpa de la falta de atención de los responsables técnicos ante un problema evidente.