Los primeros minutos de partida en el T1 vs G2 podrían haberse titulado como aquella deliciosa película de José Luís Garci llamada "Volver a empezar"... Al menos en lo que a significado literal del título se refiere. El equipo europeo pronto se fue a 6000 de oro de desventaja contra los de siempre, contra Faker y compañía. Otra vez la misma historia de derrotas contra el dominio surcoreano.
De repente, el error de Targamas en la calle inferior, o el dominio en las rotaciones de T1 dejó de ser lo relevante, para dejar paso al plano mental. Porque entonces la partida empezó a jugarse en nuestras cabezas y no en los teclados del recinto de juego en Corea del Sur. Un deja vu de cada una de las derrotas que ha tenido occidente contra los titanes de oriente.
Un deja-vu a lo Vistalegre
Pero "Volver a empezar" no va de eso. La película de Garci cuenta la historia de un exiliado durante la dictadura franquista que vuelve a su Gijón natal después de la reinstauración de la democracia. Ahí vive, por primera vez en su vida, algo similar a la juventud. De la mano del amor que tuvo en esa etapa, Antonio Miguel recorre Asturias y hasta acude a un partido de su equipo de fútbol, el Sporting de Gijón.
Volver a empezar no es un día de la marmota, es justo lo contrario. La película trata de reencontrarse con el amor, con la ilusión y con la libertad. Y qué poético que G2 Esports lograse volver a vencer a T1 Esports como en Vistalegre en 2019, con Faker enfrente y con Yasuo como campeón decisivo.
Dio igual la ingente cantidad de partidos irrelevantes de la primera fase del Mid Season Invitational, que casi nos recuerdan a divertimentos estivales como la nutritiva Copa de la Galleta. Al igual que en la NBA se dice que una serie de playoffs empieza cuando se produce la primera victoria a domicilio, en el League of Legends internacional nos obligan a decir que el torreo arranca cuando tenemos el primer gran partido.
Muerte a la racha, viva la nueva racha
Aunque G2 Esports ha demostrado en los últimos meses, justo después de su remontada en el bracket inferior de LEC, que son uno de los equipos más en forma del planeta, lo cierto es que no habíamos tenido más que un simulacro de prueba para afirmarlo (hola, Evil Geniuses). La prueba de fuego era hoy contra el T1 del 18-0 en LCK, campeón surcoreano imbatido en playoffs y que contaba por victorias sus partidas en el MSI.
Volviendo al Sporting de Gijón, esta racha de T1 y rotura de la misma me recuerda a un episodio antológico del fútbol nacional. Más de nueve años llevaban los equipos de José Mourinho sin perder en casa durante los partidos de Liga, pero todo se acabó un 2 de abril de 2011. Mourinho criticó al Sporting y a su técnico Manolo Preciado por "poner a los suplentes" contra el Barcelona, para días después ver cómo el club asturiano le rompía su querido récord.
El trabajo en la visión de G2, el marcaje al hombre de Targamas a Zeus y su Kennen o el trabajo de Brokenblade como frontline fueron hoy el recordado gol de Miguel de las Cuevas. G2 ha roto el récord, pero lo más importante es que ha demostrado que T1 puede sangrar, que tienen defectos en el midgame y que se les puede hacer daño. Y de paso, igualan el récord histórico de mapas consecutivos ganados de Fnatic e Invictus Gaming de 21, pudiendo superarlo en un rato contra otro coco: RNG. Una racha por otra.
Foto extraída del Twitter de G2 Esports.