Llega el verano, y con ello el calor. Trae muchas cosas buenas, como las vacaciones en la playa o las tardes en las terracitas, pero las altas temperaturas también pueden resultar un problema en nuestro día a día. Tanto para nosotros, como para los equipos electrónicos que tenemos en casa. Esto es algo muy importante tanto para PS5 como para Xbox Series y, en general, para cualquier consola. Hay aspectos vitales que hay que tener en cuenta para que no se nos estropeen cuando el termómetro marque de color rojo.
Si bien no hay una ciencia exacta, ahora vamos a daros una serie de trucos y consejos para evitar que vuestras PS5 o Xbox Series (aunque es aplicable a cualquier otra consola) sufran problemas en la ola de calor propia de esta época del año.
Así que, sin más dilación, os dejamos los que consideramos que son los mejores consejos para mantener la consola fresca para que no os de problemas en mitad de una partida y tengáis que llevarla al servicio técnico.
Una buena ventilación es lo primero
Lo más importante cuando compramos una consola es saber dónde la vamos a poner. Normalmente, mucha gente comete el error de dejar espacios en los que la consola entra, pero lo hace de forma muy justa. De tal manera que tiene poco espacio para respirar y, a la larga, o en plena ola de calor, es un problema para la refrigeración del sistema.
Así que, lo ideal es colocar la consola en un espacio que esté relativamente abierto, para que tanto la parte delantera como, sobre todo, la trasera puedan trabajar sin que el aire caliente se quede acumulado en la zona. Si esto ocurre, y pasa generalmente cuando están encajonadas en el armario, el circuito de ventilación es peor y las máquinas se calientan más, lo que repercute directamente en su funcionamiento y rendimiento.
No necesita nada exagerado, así que intentad evitar que haya paredes en, al menos, un radio de unos 10 centímetros. Ese espacio será suficiente y conseguiréis que la vida útil de PS5 o Xbox Series sea mayor.
Cuidado con lo que hay alrededor
No solo tenemos que alejar la zona de lugares estrechos, sino que también hay que tener en cuenta el resto de la decoración cercana. Ni se os ocurra poner la consola, por ejemplo, al lado de una lámpara. El calor que emite no ayuda en absoluto a su funcionamiento. También queda muy bonito sobre un tapete o al lado de una figura de algún personaje que quede bien. Eso es un error muy común, ya que es un obstáculo que entorpecerá una ventilación óptima.
Intentad también no dejarla demasiado cerca de vuestras torres de PC. Queda muy bonito para la foto de nuestro set gaming, pero son dos bombas de calor que si juntas, lo único que puede darte es disgustos.
El punto medio, lo ideal
Volviendo a la colocación, os recomendamos que no pongáis la consola en lugares muy elevados. En primer lugar porque puede haber más riesgo a que no sobreviva a una presumible caída. Y sobre todo porque las zonas altas son las que más calor acumulan, algo que no es una buena idea en verano. También se genera más polvo allí arriba.
No decimos que la pongáis en el suelo, pero sí en un punto medio, que generalmente suele ser en una estantería con espacios debajo o a los laterales de donde tenéis la tele.
Aprovecha el entorno
Es importante que, si bien el entorno puede ser un obstáculo como os hemos dicho, también podemos aprovecharlo para sacar partido. Por ejemplo, si tenéis cerca ventanas y jugáis por la noche, cuando menos calor pega, ese airecito natural que entra ayudará. Podéis reforzar eso poniendo un ventilador que dé a la consola; no tiene por qué ser directamente, pero sí en su camino si es de los que se mueven por un radio de acción.
¿Horizontal o vertical?
Para muchos esto es un quebradero de cabeza, y puede ser interesante comentarlo, aunque no debería incidir directamente con el calor. Ambas consolas están suficientemente preparadas para aguantar en ambas posiciones sin ningún tipo de problema, ni a corto ni a largo plazo. Hay algunas voces que apuntan que el metal líquido se desliza y estropea la consola si está colocada de forma vertical, pero no hay ninguna evidencia hasta el momento.
Limpia el polvo regularmente
Sabemos que da miedo abrir la consola y todos tragamos saliva cuando toca hacerlo porque pensamos que nos la vamos a cargar. El polvo es el peor enemigo de nuestra consola y hay que tenerlo en cuenta para que, de vez en cuando, hagamos la labor y así quede como recién salida de la tienda.
Eso sí, varias cosas. Nunca uséis aspiradoras para este proceso. Tampoco es aconsejable que uséis paños húmedos. Si podéis, la mejor opción es un paño de microfibra para limpiar el polvo y que no dañe los circuitos. Podéis encontrarlos en cualquier tienda con sección dedicada a la limpieza.