Riot Games ha cometido uno de los errores más extraños que hemos visto en la historia de League of Legends. Lejos de haberse equivocado a la hora de equilibrar un campeón o introducir un bug en algún objeto, la desarrolladora ha roto un elemento que siempre había permanecido sin demasiados sobresaltos. Hablamos del chat de texto, que tiene unas cuantas funciones adicionales que parecen involuntarias y ha agregado una especie de modo seguro en el que un solo jugador puede impedir la comunicación de todos los miembros de una partida.
El fallo más raro que ha cometido Riot Games
Antes que nada, debéis saber que utilizar este bug para ‘trolear’ deshabilitando el chat de todos los jugadores en una partida puede ser motivo de baneo. Riot Games no se ha pronunciado al respecto y quizá sea indulgente. Sin embargo, os recomendamos, si es que queréis hacerlo, llevarlo a cabo solo en la herramienta de práctica. Para ejecutarlo debéis introducir el comando “%i:”. Una vez hecho, los mensajes de todos los jugadores dejan de enviarse hasta que introducimos de nuevo el símbolo de porcentaje, que reactiva la comunicación.
Además de este uso que puede acabar por completo con la comunicación, hay otra función que para nada sería tan problemática. Los jugadores han descubierto que la primera parte del atajo, el “%i:” puede acompañarse de combinaciones de palabras para crear diferentes emoticonos. De este modo, existen un montón de claves que podemos introducir. Una de las funciones, por ejemplo, es mostrar una versión simplificada del emblema de cada uno de los rangos. Aunque a priori no es nada negativo, recomendamos de nuevo no utilizarlo en partida ante las posibles consecuencias.
Es muy probable que Riot Games solucione este fallo de seguridad de League of Legends en cuestión de horas. Lo cierto es que deshabilitar el chat es malo de por sí y todos estos usos pueden causar una confusión injustificada en los jugadores que hace más difícil disfrutar de las partidas.
En este artículo hablaremos de un objeto que ha dado alas a muchos asesinos y que esta vez ha ayudado a nada más y nada menos que un mago: El Arco Axiomático en un Karthus.
