Aunque la quinta generación nos trajo una historia fascinante y algunas criaturas de extraordinario poder, lo cierto es que hablamos de las entregas con los peores legendarios mayores en términos de eficiencia en combate. Reshiram, Zekrom y Kyuren tienen diseños de lo más espectaculares. Sin embargo, se quedan algo cortos a la hora de pelear si los comparamos con el resto de las criaturas que ocupan su mismo nivel en la jerarquía Pokémon. No en vano, casi nunca han aparecido en los formatos competitivos en los que han estado permitidos.
El peor Pokémon legendario de la historia
Sin embargo, todavía hay algo peor en los legendarios mayores de quinta generación. Como sabéis, las entregas Blanco y Negro tuvieron secuelas directas que introdujeron dos nuevas formas para Kyurem correspondientes a cada uno de los colores. Con ellas, la criatura era capaz de aumentar sus estadísticas una barbaridad. Estas formas llegaban, concretamente, hasta los 700 puntos de poder y ocupaban las dos primeras posiciones en cuanto a estadísticas totales en el momento de su lanzamiento. Una situación que, eso sí, se modificó con la llegada de Megas, Formas Primigenias y otras mecánicas como la de Zygarde.
Con estas circunstancias uno podría apostar a que Kyurem Negro y Kyurem Blanco dominaron el competitivo de la época, pero nada más lejos de la realidad. Aunque Kyurem Blanco si era bastante poderoso, la versión negra apenas servía para nada. Sus elevadas estadísticas estaban repartidas de una forma horrible y desde Game Freak se resistieron a ofrecerle una variedad de movimientos suficiente como para que pudiera funcionar en un combate real. Es cierto que sí mejoraba tímidamente a la versión original de Kyurem, pero apenas era un cambio notable.
¿Por qué era tan malo Kyurem Negro?
Dadas las circunstancias, Kyurem Negro se convirtió en uno de los grandes memes de la comunidad, que lo uso como prueba de que Game Freak todavía no conocía como funcionaba el diseño de Pokémon. Su combinación de tipos horripilante (Dragón y Hielo) le otorga cinco debilidades y solo tres resistencias, lo que junto a su escasa velocidad y defensas poco notables implicaba que podría ser eliminado de un golpe por cualquier otro pokémon poderoso al que se enfrentase. A esta situación también hubo que sumar su escaso abanico de movimientos: el pokémon ni siquiera podía usar el tipo Hielo para atacar por la parte física.
La situación se tradujo en que ni Kyurem Negro ni la versión original llegaron al tier más elevado de Pokémon en combates individuales. Allí las criaturas se ordenan en función a su poder para dar lugar a combates más igualados. Históricamente, todos los legendarios mayores han estado en esta categoría desde su introducción en los juegos a excepción de estos dos. Además, no debéis pensar que estuvieron cerca de llegar a este tier reservado solo a los mejores. Ni siquiera en el segundo escalón del competitivo estaban bien valorados o eran viables.
Afortunadamente, desde Game Freak solucionaron la situación con la llegada de la octava generación. En Espada y Escudo, ambos son capaces de aprender Carámbano, movimiento tipo hielo de 25 de potencia que golpea a los rivales entre 2 y 5 veces. El cambio puede parecer pequeño, pero era todo lo que necesitaban. Ahora tanto Kyurem como Kyurem Negro han encontrado sus pequeños nichos de uso. Una solución facilísima que tardó tres generaciones en llegar y que jamás podrá derribar el meme en el que se convirtieron. A menos, claro, que los mejoren de nuevo de cara a Escarlata y Púrpura.