Tras la renovación total del competitivo español de League of Legends, dos organizaciones debutantes en la Superliga alcanzaron la final. Historias enfrentadas las de Fnatic TQ y Bisons Eclub. La academia de LEC unida a Team Queso antes del comienzo de la temporada tenía como objetivo levantar el trofeo y era uno de los grandes favoritos, mientras que los bisontes apenas entraban en las quinielas. El primer puesto de la clasificación ficticia de los power rankings contra uno de los supuestos farolillos rojos luchando por imponer tanto su calidad como dos ideas diferentes sobre cómo se juega al MOBA de Riot Games.
Nada de League of Legends champán
El primer mapa comenzó con una nueva composición innovadora por parte de Bisons Eclub. Con Ahri en el carril superior y Karthus en la línea central, el conjunto dirigido por Marhoder esperaba poder asestar una primera sorpresa que pusiera el mejor de cinco cuesta abajo. Sin embargo, dos errores en el carril inferior fueron extremadamente castigados por los jugadores de Fnatic, que cosechó ventaja suficiente como para hacer que el mejor escalado de sus rivales se quedase en nada. Mención de honor para el buen juego del conjunto académico en torno a los dragones, con los que evitaron que la partida durase más de lo que les convenía.
Con una ventaja tan importante en el marcador de oro, los muchachos de Fnatic solo tuvieron que tirar de oficio para cerrar el enfrentamiento. Pudieron conseguir el Alma de Dragón de Océano en una de las únicas peleas que se complicaron de verdad para ellos. Todo era cuestión de denegar la fantástica Ahri AD de Mrwyn y derribar el nexo. Champán sin burbujas para Bisons Eclub en el primer enfrentamiento de un mejor de cinco que acercó a los socios de Team Queso a su debut soñado en la Superliga de League of Legends.
Una "Bisoneta" con las ruedas pinchadas
Si el primer mapa comenzó con ventajas muy importantes en favor de Fnatic TQ, el guion de la segunda partida fue todavía más exagerado. Bisons cambió de registro para buscar una composición tradicional basada en el clásico combo entre Malphite y Yasuo, buscando un ‘mid game’ en el que derretir a sus rivales y utilizando a Hecarim como trampolín para llegar a esa fase de la partida. Sin embargo, no hubo color. Al minuto dos conseguía la primera sangre el filial de Fnatic, al tres lograban dos bajas más y cuando el reloj alcanzó el décimo minuto ya se situaban con 3.000 de oro de ventaja, un Dragón de Montaña y el Heraldo de la Grieta en el inventario.
El filial de LEC volvió a obligar a sus rivales a nadar contracorriente. De nuevo con el temporizador del Alma de Dragón de Océano en la cabeza, el conjunto vasco tuvo que encarar una pelea para la que no estaba preparado, siendo volatilizados por sus rivales y poniendo freno a la famosa “Bisoneta”. La duración conjunta de los dos primeros mapas fue de apenas 51 minutos, una marca que daba buena muestra de la diferencia habida entre ambos conjuntos. Bisons Eclub solo tenía por delante la opción de una remontada heroica en forma de reverse sweep que nunca llegó.
Lo malos malísimos de Superliga
Da hasta rabia ver a un equipo jugar tan bien a League of Legends como lo hizo Fnatic TQ a lo largo de la final de Superliga. El tercer mapa comenzaba con un guion repetido en el que conseguía ventajas durante los primeros minutos de la partida. Se revolvió algo más Bisons sabiendo que aquí se acaba la historia, pero a cada propuesta de los bisontes hubo la misma respuesta: agresión en el carril superior para mantener a sus rivales en KO técnico y manchar los números de un Myrwn que llegaba a la final como el mejor rookie del split.
Castigaron a uno de los jugadores más queridos de la competición para dejar sin victoria al equipo que se ganó el cariño de los mismos fans que se quedaban con una final más corta de lo esperado. Un papel que les convierte en villanos y, sobre todo, en los justos campeones de la máxima competición española de League of Legends. Un título con el que la organización confirma el éxito del traslado de su academia a España y la candidatura al próximo European Masters.