La noche de ayer pareció ser un día completamente diferente a lo que la gente parecía esperar en el programa de Discutiendo Tranquilamente. Al parecer, el programa quiere darle un poco más de protagonismo a lo que es el show y dejar un poco más de lado la parte deportiva de League of Legends, pero igualmente era algo que siempre ha estado en el aura del programa. Si bien ayer es cierto que se fue un poco más de madre, el show sigue dando de que hablar para bien gracias sobre todo a su manera de contar las cosas, el carisma de los colaboradores y el ambiente que se respira.
Y es que están claramente inspirados en uno de los talk shows que más rugen en la actualidad y que ciertamente está creando escuela en diferentes ámbitos deportivos: El Chiringuito de Jugones. El programa comandado por Josep Pedrerol recoge cada día una increíble cantidad de personas gracias a su desparpajo, el enorme carisma de los tertulianos y sobre todo la manera de entretener a los espectadores con momentos absurdos, situaciones inesperadas y una enorme tensión con grandes capas de ironía.
Y el problema con mucha de las personas que ve Discutiendo Tranquilamente es esto último; que no entienden las enormes capas de ironía que tiene el programa en general
Un late night que sabe a lo que va
El día de ayer, uno de los grandes protagonistas fue Javier "Toad" Cepero, un compañero de oficio muy querido por la comunidad (nuestra redacción incluida) que comenzaría el programa por todo lo alto, ya que apareció dormido en el cine de la casa de KOI con un cojín con la cara de Marhoder, el entrenador de Bisons. A partir de aquí, muchas de las "dagas" fueron hacia él porque estaba defendiendo al club que se enfrentó al equipo de Ibai el martes pasado y con el que rompió la mala racha.
David "Saba" Sabater, el director deportivo de KOI apareció por primera vez en el programa con ganas de dar guerra, siendo Toad la principal diana a la que atacar: "Eres un mal periodista" o "No está cualificado para estar en el programa" fueron algunos de los dardos envenenados que le lanzó, y el problema es que mucha gente se tomó en serio este tipo de comentarios cuando se nota bastante que se tienen un enorme respeto y cariño. Y es que he visto tantos comentarios de odio hacia Saba en Twitter que parece que no entienden de que va el programa.
Cuando PochiPoom aparece con una máscara de Shaco como si fuese su alter ego, las cámaras dramáticas se manifiestan cuando hay tensión en el tiltómetro o se muestran nuevas performances entre Bloop y Kuentin o Saritarookie, la gente se divierte y hacen bromas, pero cuando hay dardos y beefs que se notan que son montados, los espectadores se echan las manos a la cabeza.
Jota Jordi comentó hace no mucho en The Wild Project la magia que tiene el chiringuito y se puede extrapolar a Discutiendo Tranquilamente: "Tu a las 12 de la noche no quieres ver cómo ha jugado un equipo y las tácticas que se han hecho en el partido, tu quieres cosas más simples y banales que no te hagan pensar mucho y que sobre todo te entretenga, porque a esa hora no tienes ganas de otra cosa que descasar después de un día lleno de trabajo".
Desde mi punto de vista, creo que este es el camino que debe de tomar Discutiendo Tranquilamente. Si bien creo que deben de tratar un poco más primeramente los partidos de la jornada (Aunque sea un pequeño resumen), la forma en la que se tiran puyas, meten coñas y hacen show es lo que verdaderamente entretiene a esas horas del día. Que sí, que Movistar Riders habrá hecho un partidazo con un enorme poder táctico, pero a las una de la mañana prefiero ver a PochiPoom decir "Me la Shaco" o a Toad defender el "Cruyffismo".