Twisted Fate se ha convertido en el peor campeón de League of Legends por culpa de un fallo de Riot Games. Los desarrolladores aplicaron ajustes al campeón para tratar de reducir su tasa de victorias y presencia competitiva en el reciente parche 12.3. El objetivo era sencillo: tratar de obligarle a apostar por construcciones basadas en el Poder de Habilidad. Los desarrolladores querían evitar que siguiera siendo un ‘stun con patas’ para tratar de darle algo más de interés. Sin embargo, sus pequeños ajustes han terminado por reducir un 8% la tasa de victorias del personaje.
El desafortunado bug que ha acabado con Twisted Fate
La W (Escoge una Carta) de Twisted Fate cuenta con una mecánica que hace al campeón mucho más ágil y consiste en actualizar la información del autoataque para activar el efecto de la habilidad en el primer golpe posible. Sin embargo, esta función parece haberse deshabilitado de algún modo de forma que, en muchas ocasiones, el personaje no utilice la carta elegida en su primer golpe. Un problema de funcionamiento que ha hecho que se sienta particularmente torpe y se suma al pequeño golpe en forma de nerf que Riot sí pretendía introducir.
Los efectos para el personaje han sido devastadores. Twisted Fate es un campeón relativamente popular y en apenas un día tras el lanzamiento del parche ya acumula más de 20.000 partidas jugadas, de las que apenas ha ganado el 43,4%. Una cantidad que hace sus datos muy relevantes. Sin embargo, Riot Games todavía no se ha pronunciado con respecto a la situación. Es de esperar que se solucione en las próximas horas conforme los desarrolladores se hagan eco del error introducido al personaje en el último parche de League of Legends.
Twisted Fate es uno de los campeones más elegidos en la escena competitiva, habiendo acumulado un 100% de presencia en las fases de selección durante la versión 12.2. Una situación según las reglas de Riot Games para nerfear personajes equivalía a tomar medidas, y que junto al despiste de alguno de los desarrolladores ha provocado este grave error.