El anuncio de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha sido el movimiento más importante del año. Bueno, quizás de los últimos años. Así que estamos intentando hacer balance de todo lo que ha ocurrido, va a ocurrir, y poniendo el foco en algunos juegos.
Si has estado esperando Diablo 4 y tienes alguna inquietud al respecto, ha venido al lugar correcto. Haremos todo lo posible para analizar y explicar la situación. Sin embargo, ten en cuenta que estos son solo pronósticos, y nunca es posible predecir el giro final de los acontecimientos con certeza. Especialmente con los plot twists que vivimos últimamente en esta simulación.
Actualización sobre la situación de Diablo 4 antes de la adquisición
Anunciado oficialmente a fines de 2019, Diablo 4 ya había estado en desarrollo durante algunos años antes. Según las últimas informaciones, no llegará en 2022 por varios motivos, en primer lugar, la pérdida de sus dos testaferros, el director del juego Luis Barriga y el diseñador del juego Jesse McCree. Este último directamente involucrado en el escándalo de las diversas formas de acoso dentro del estudio.
Combinado con los escándalos que se remontan a Bobby Kotick y las cuestionables prácticas del grupo frente a sus empleados, parece que el equipo de Diablo IV tiene muchos problemas para reclutar desarrolladores competentes. En cualquier caso, es una combinación particularmente dolorosa para un juego cuyo desarrollo fue intrínsecamente difícil, entre la creación de un mundo abierto real y el intento de reconciliar a los jugadores de Diablo 2 y Diablo 3, que a menudo tienen expectativas diferentes.
No sabemos si el juego cumplirá sus promesas o no, pero está claro que la reputación actual de Activision Blizzard tendría un impacto negativo en las ventas. Aunque ahora, con la compra por parte de Xbox, se trabajará en limpiar la imagen y dejar el pasado atrás.
Lo que la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft puede (o no) cambiar
El primer punto importante a destacar es que la opa probablemente no se materialice antes del actual año 2023, antes de junio según las previsiones actuales de Microsoft. Es posible que el trato no se concrete si el organismo encargado de la lucha contra los monopolios en Estados Unidos decide que viola las leyes antimonopolio. Podemos suponer que Microsoft ha consultado a expertos, incluso a la organización a cargo de antemano, ya que aún les costaría 3 mil millones de dólares en multas si la operación no tiene éxito, pero nunca se sabe.
Bobby Kotick, quien también está directamente involucrado al más alto nivel en el escándalo, seguirá siendo el CEO de Activision Blizzard hasta la compra por lo menos, un año o más. Además, su propio futuro fue ciertamente un punto discutido durante las negociaciones. El director ejecutivo de Microsoft Gaming, Phil Spencer, encabezará el grupo, pero la posición precisa de Bobby Kotick después de la adquisición no está clara. Es posible que permanezca en su puesto actual, mientras aprovecha la presencia de Microsoft para mantener un perfil bajo y dejar de ser el centro de atención.
Por su parte, Microsoft puede tener la intención de deshacerse de él lo antes posible si la situación lo permite, para evidenciar ese lavado de imagen. Su partida es un punto clave para enviar un mensaje contundente tanto a los empleados como a los consumidores. No hacerlo sería desperdiciar la principal oportunidad que viene con la compra, ya que Kotick es el chivo expiatorio obvio, y deshacerse de él sería una buena manera de conseguir una buena publicidad.
Oficialmente, según palabras de Phil Spencer, la filosofía de Microsoft detrás de estas múltiples adquisiciones es ayudar a los estudios adquiridos a ser más eficientes en lo que hacen, y por tanto a ser más rentables conservando su identidad, y no pedirles que desarrollen algo. otra cosa para la empresa matriz.
Irónicamente, Activision es conocida por hacer exactamente lo contrario, ya que todos sus estudios dejaron de desarrollar Call of Duty o Vicarious Visions se incorporó a la fuerza a Blizzard. Suponiendo que Diablo 4 no salga antes de que se materialice la adquisición en 2023, podría recibir soporte técnico y humano de Microsoft, lo que obviamente no sería un lujo con sus problemas de personal.
Uno de los puntos sobre los que hay pocas dudas es la incorporación de Diablo IV al famoso Game Passtras su lanzamiento.
Durante la BlizzCon 2019, se anunció Diablo 4 para PC, PS4 y Xbox One, se da a entender su lanzamiento en nuevas consolas. Existe la posibilidad de que Diablo 4 no se lance en las consolas PlayStation, pero no es algo que se pueda confirmar o desmentir en este momento.
Depende mucho de los acuerdos y contratos realizados con Sony, así como del progreso del juego y sus versiones de PS4 y PS5. Esto seguirá siendo un gran signo de interrogación hasta que el estudio se comunique al respecto, por ejemplo, anunciando una fecha de lanzamiento con una lista de plataformas.
En resumen
La adquisición de Activision Blizzard podría ser algo bueno para Diablo 4, especialmente si el proyecto está en tan mal estado como parece. La razón es que dejaría el escándalo en un segundo plano, al tiempo que proporcionaría los medios que el equipo a cargo del juego necesita para completar el desarrollo. La integración de Game Pass solo puede ser algo bueno, al menos en términos de popularidad.