Estamos viviendo un momento en el que muchas de las series y películas de éxito están siendo adaptadas a partir de libros, novelas o cómics; y a la vez, la industria audiovisual también se nutre de personajes, mecánicas y universos propios de los videojuegos. Sin embargo, no es en absoluto habitual que libros acaben convirtiéndose en juegos.
Claro que hay casos directos como The Witcher, Metro 2033, o incluso algunos más referenciales como Enslaved: Oddisey to the West y Dynasty Warriors (La odisea del Rey Mono y El Romance de los Tres Reinos). Pero si es el momento de que los juegos se inspiren un poco más en la literatura, os traemos unas cuantas opciones.
Mistborn - Brandon Sanderson
Pocas sagas literarias son más gaming que Nacidos de la Bruma. Varias habilidades, incluyendo uno que nos permite movernos por el aire haciendo uso de monedas, una cantidad finita de poderes que deberemos ir rellenando con unos frasquitos repletos de metales, un enemigo terrorífico como el Lord Legislador... Mistborn pide a gritos ser un juego.
Sombra y Hueso - Leigh Bardugo
Aquí está una saga que representa a las novelas juveniles de fantasía, y que bien podría ser un juego de aventuras la mar de chulo. Los personajes van creciendo durante el desarrollo de la historia, permitiendo una progresión muy interesante, mientras el mapeado podría ser un mundo abierto tremendamente interesante a causa de la niebla negra que rasga el continente por la mitad.
La Rueda del Tiempo - Robert Jordan
Los más de 10 libros de la saga de Robert Jordan bien podrían ser inabarcables con un juego narrativo o de aventuras. Por ello, nos decantamos por un género algo más grande y que se podría centrar en un aspecto como es el mundo en sí. Estamos hablando de un MMO al estilo World of Warcraft, donde podamos elegir ser una Aes Sedai, un campesino guerrero o todo tipo de personajes que pueblan el mundo de La Rueda del Tiempo.
The Expanse - James S. A. Corey
Había que tener una ópera espacial aquí, y qué mejor que The Expanse de James S. A. Corey, o lo que es lo mismo, el pseudónimo de los autores Daniel Abraham y Ty Franck. La serie de televisión goza de cierto éxito, pero nosotros lo que queremos es poder colonizar el Sistema Solar. Algo narrativo, pero pudiendo manejar unas naves, nos entraría de lujo.
Rayuela - Julio Cortázar
Además de ser una obra magnífica, Rayuela es una experiencia totalmente personalizable. Puede leerse de varias formas, llegando a finales y desarrollos distintos. Justo eso, combinado con su realismo mágico, sería ideal para que Annapurna se pusiera a trabajar con ello. De hecho, muchos ya disfrutamos con Kentucky Route Zero, tremendamente inspirado en este género.