Los desajustes durante la pretemporada son algunos de los más habituales en League of Legends. Sin embargo, Riot Games acostumbra a devolver el juego a la normalidad de forma progresiva conforme avanzan las actualizaciones hasta que finalmente arranca su próxima campaña. Esta ocasión no ha sido una excepción y la mayor parte de los cambios ya han sido ajustados de cara al inicio de la Temporada 12. Sin embargo, los desarrolladores se han dejado por el camino uno de los cambios más odiados.
Una interacción que perjudica a los jugadores de League of Legends
Los principales afectados por los cambios han sido Yasuo y Yone. Estos dos campeones tienen una mecánica particular en la que el enfriamiento de algunas de sus habilidades mejora en función a la velocidad de ataque. Una sinergia que ahora se ha visto afectada por los cambios a la runa Compás Letal, que ha sido mejorada en la pretemporada. Con ella completamente cargada, pueden utilizar el espadazo de la Q cada 1,82 segundos en lugar de los 3,69 habituales. Algo particularmente preocupante en el caso de Yone, que también reduce la reutilización de su W (Cuchilla Espiritual) en un 50%.
Esta interacción se consideró normal tras la llegada del primer parche de pretemporada a League of Legends ya que todos los jugadores esperaban que se tratase de un error que Riot corregiría más pronto que tarde. Sin embargo, más de un mes tras la introducción de los cambios esta interacción sigue presente en el juego y prácticamente toda la comunidad ha perdido cualquier esperanza de que sea modificada en el futuro. Una situación no demasiado agradable teniendo en cuenta que este artículo se sitúa como la opción más popular en ambos personajes.
Las nuevas funciones de esta runa modifican las expectativas de victoria de los jugadores y han hecho a ambos campeones demasiado dependientes de las modificaciones que pueda sufrir este artículo. Los cambios que el Compás Letal recibió en el parche 11.24 provocaron una caída del 0,3% en la tasa de victorias de Yasuo y de un 0,9% en el caso de Yone. De este modo, se da la paradójica situación de que, aunque ambos se ven beneficiados por el elemento, acaba dando lugar a una situación muy negativa: perjudicial para sus jugadores al ser demasiado dependientes de él y para el resto de la comunidad de League of Legends por crear una jugabilidad demasiado frustrante.