League of Legends es uno de esos títulos en los que cualquier detalle por pequeño que sea puede llegar a marcar la diferencia. Es prácticamente imposible tener en cuenta todos los factores que pueden afectar a una determinada jugada y a veces ni siquiera es suficiente con tener una habilidad muy superior a nuestros rivales para tener éxito. Nunca está de más una pequeña dosis de suerte que pueda salvarnos en las situaciones más difíciles.
La combinación perfecta de suerte y habilidad
La demostración de todo lo dicho hasta ahora la ha hecho práctica un jugador que ha compartido con la comunidad una jugada extraordinariamente ajustada. Gozando de una ventaja con respecto a sus rivales envidiables gracias a la presumible mala actuación del equipo contrario, logró salir airoso de una acción ofensiva en la que se midió a tres enemigos gracias a un acontecimiento incontrolable que supo combinar a la perfección con su habilidad como jugador.
En la jugada vemos que, ni con toda la ventaja que había acumulado el jugador iba a ser capaz de lograr las bajas de los tres rivales. Sin embargo y mientras volaba el autoataque que iba a acabar con él, se activa la mejora del dragón de océano de forma que recupera la cantidad de vida suficiente como para resistir el golpe. Siguiendo con la jugada y haciendo ver que no todo es cuestión de suerte en League of Legends, finiquita la situación esquivando por los pelos una habilidad que también habría sido suficiente como para mandarlo de vuelta a base.
Uno de los factores que decidió la jugada es la velocidad del proyectil. Aunque esta estadística no se tiene muy en cuenta a la hora de analizar a los personajes de League of Legends, el tiempo que tarda un autoataque en recorrer la distancia puede ser también un factor decisivo. Xerath no es el peor de los campeones de su categoría, pero tampoco tiene un gran registro en esta estadística al alcanzar solo 2.000 puntos. Sin embargo, es curioso pensar que Azir o Vel’Koz (cuyos ataques son casi instantáneos) ni siquiera le habrían dado oportunidad a su rival.
Fuente