Sigue el lío en Activision Blizzard después de unos meses ajetreados, que están teniendo un empuje estas últimas semanas centradas en la figura de Bobby Kotick, el CEO de la compañía. Más de 1.000 empleados piden su dimisión después de que se informase de que era conocedor de los casos de abuso y ambiente tóxico y no solo no hiciera nada para evitarlos; sino que trató de ocultarlos.
Ahora, un nuevo informe de The Wall Street Journal apuntan a que el mandamás estaría considerando renunciar a su cargo si se considera que los problemas que ha generado son insalvables. Según los informes, se disculpó por la forma en que ha manejado la situación y expresó vergüenza y pesar por los detalles que han salido a la luz en las últimas semanas y meses.
Hay varios matices en esto. El proceso para la marcha de Kotick pasaría por un "comité de excelencia en el lugar del trabajo", que estaría a cargo de los esfuerzos por recuperar la empresa. Pero el CEO también es consciente de que muchos de sus empleados solo quieren verle fuera después de lo que se ha generado en estos últimos meses.
Por otro lado, Kotick tiene a su favor a la junta directiva de Activision Blizzard, quienes se cierran en filas sobre la figura del mandatario, defendiendo que debe pertenecer en el puesto. Una guerra empresarial entre dos partes que parece estar lejos todavía de resolverse.
La industria del videojuego es un clamor y personalidades como Phil Spencer, jefe de Xbox o Jim Ryan, de PlayStation, se han manifestado públicamente en contra de lo que está ocurriendo laboralmente en AB, e incluso se han reunido para tratar la relación con la marca.