En 2006, el Mundial de Fútbol celebrado en Alemania parecía que iba a ser una fiesta más del deporte rey como ocurre cada cuatro años... pero no, ese mundial fue muy distinto: Zinedine Zidane jugaba su última competición como jugador de fútbol antes de su retirada oficial. Zizou había anunciado que ese mismo año quería despedirse del fútbol ganando nuevamente la copa internacional y colgar las botas en la cima del mundo. Antes de la competición, el centrocampista francés se retiraría antes del Real Madrid tras el término de una Liga que no consiguió pero que luchó hasta el último segundo, delante de un Santiago Bernabéu que ovacionaba a una leyenda viva del fútbol mundial y que le dejaba una enorme despedida antes de su último torneo en Alemania.
Ya en Junio, la selección francesa se unía para intentar hacer una buena actuación con una combinación de jugadores veteranos como Thouram o Coupet junto a jugadores que tenían recorrido pero estaban a punto de explotar todo su potencial como Frank Ribery, pero siempre con Zidane como líder indiscutible de los galos. La selección no se veía muy favorita a pesar de que pocos 8 atrás ganara la copa mundial con el mismo Zinedine en la zaga, pero la historia había cambiado bastante y la Brasil de Ronaldinho y Kaká estaban arrasando en los partidos inaugurales. Si bien a lo largo de la fase de grupos los franceses no fueron nada del otro mundo a pesar de tener un grupo bastante asequible, fueron durante las rondas eliminatorias cuando el mago francés brilló por encima de todos.
En octavos de final debían de enfrentarse a una España comandada por Raúl e Iker Casillas quienes fueron una apisonadora en fase de grupos y un rival muy duro de roer, tanto que comenzaron ganando el partido. Sin embargo, los galos remontarían con un gol de Zidane para completar el partido en el que solo podíamos quitarnos el sombrero frente a monsieur. Sería el enfrentamiento contra Brasil cuando el mago francés dejaría una de las mejores actuaciones de su vida, sino la mejor.
Aunque no pudiese marcar, su desempeño en estos cuartos de final demostraba que podía ser el mejor de todos varios años más, pero él quería retirarse en lo alto y sabía que la Copa del Mundo debía de ser suya. Así es como la magia de Zizou seguía brillando sin parar hasta la final del mundial, que tendría que enfrentarse a una Italia que venía con la eterna filosofía del Catenaccio y la garra italiana.
Lo que parecía una película de ensueño parecía una realidad: El último partido de Zinedine Zidane iba a ser en una final del mundial. Todo comenzaba de cara para el mago francés, que abriría el marcador con un penalti para los galos y que como no, tiraría Zizou. ¿El resultado? Un gol a lo Panenka al portero más grande de la historia de Italia, Gianluigi Buffon. Sólo él lo podía hacer, sólo un mago era capaz de mirar a un gigante como Gigi y marcarle el penalti más importante de su carrera de esa manera. Pero todo se desvanecería después de que Materazzi lo calentase tanto como para provocar su expulsión con su histórico cabezazo. Así, acababa una mágica carrera que a pesar de no conseguir el histórico mundial, dio tanto fútbol a una generación que quedaría como el mago y rey de la pelota por el resto de la historia futbolística.
El fin de un mago del ratón
15 años después, nos encontramos con una situación similar adaptado a nuestra generación: Kim "Khan" Dong-ha debía de acabar su carrera debido al servicio militar, y como no, quería retirarse ganando un mundial de League of Legends. Desde fase de grupos, el toplaner coreano nos seguía enamorando con la capacidad de jugar que tenía y la magia que sólo podía tener él siendo el único jugador en todo el mundial que ha conseguido una pentakill. Cada partida que avanzaba nos enamoraba aún más, pero aún más nos entristecía pensar que a pesar de su retirada, el nivel que dió a lo largo de todas las partidas demostraba que podíamos tener Khan para rato, pero no podía ser así, el quería retirarse en la cima al igual que el mago francés.
En cuartos de final, MAD Lions estuvo al acecho en varias ocasiones, pero el toplaner siempre aparecía cuando hacía falta con jugadas que se recordarán por años con su Kennen. Da igual quien tuviese delante, no había nadie que tuviese más experiencia en esto que él, el padre del equipo y de una generación de la que ya quedan pocos. T1 fue un punto de inflexión, ya que los pusieron contra las cuerdas durante un momento, pero Khan ya sabía como funcionaban estos momentos y fue totalmente vital en la remontada, ya que su Gragas frente a Canna rompió la partida y el Graves de del quinto mapa fue tan limpio como su paso por todo estos Worlds. Ahora solo faltaría el jefe final, una última serie para retirarse y que podría darle la copa mundial de una vez por todas.
Como ocurrió con ZZ, el premio acabaría finalmente en manos de un eterno rival que parecía el menos favorito para llevarse el torneo, pero el League of Legends es así y no siempre va a tener final feliz. A pesar de su derrota, el desempeño de Khan en las cinco partidas fueron de ser el mejor toplaner de la actualidad, dejando jugadas inolvidables con Gragas en una lucha por el dragón que decantaría la partida para los coreanos y un acceso al quinto mapa que al final acabarían perdiendo, pero su nivel seguía siendo el más alto.
Así es como Khan se despedía del competitivo de la manera más amarga, pero el no lo vio así, sino como una manera de afrontar su final: "Les dije a mis hermanos pequeños (compañeros de equipo) que si tenían que echarle la culpa a alguien era a mi (...) Me siguieron la corriente para tener una entrevista desenfadada y así salió. (...) Gracias por todo y espero que seáis felices". Estas fueron las palabras de Khan antes de su despedida definitiva del competitivo del League of Legends para prestar servicio militar a su país.
Es así como se fueron dos jugadores que enamoraron a grandes y pequeños, a ser la inspiración para los jugadores que ahora están rompiendo el panorama. Los dos jugadores tuvieron manchas en su carrera como un cabezazo o una coña a una región (la China), pero siempre han sido los más regulares de su equipo y no han bajado el nivel en ningún momento. Aún así, con varios años encima, la gente hablaba sobre si eran demasiado mayores, pero ellos demostraban en la cancha que tenían cuerda para rato. Y es que de los grandes jugadores no se pueden decir tales cosas, solo queda levantarse y aplaudir por decir que pudisteis ver a estos jugadores y que ninguno más podrá disfrutar de todo lo que nos dieron estas dos figuras en sus respectivos ámbitos competitivos.
Esto no trata de ver quien era el mejor o decir que podría haber jugado de otra manera para beneficiar al equipo, pero cuando pierdes la manera de ser tu mismo, los premios no valen absolutamente nada. Quiero mencionar por último a un maestro del fútbol como fue Johan Cruyff, que nos dejó una frase para enmarcar y que quiero retocar para que tenga mejor entendimiento en este ámbito, pero el mismo significado: Quien piense que el fútbol se juega con las piernas pensará que el League of Legends se juega con las manos. Al fútbol y al League of Legends se juega con la cabeza y la de estas dos leyendas funcionaban distinto; tan distinto que nos dejaron momentos únicos y que tuvimos el lujo de disfrutar. Hasta siempre, monsieur Khan.
Primero lo de Upset, luego el cómo hacer funcionar al equipo con Bean y ahora las palabras de Bwipo sobre su relación sentimental. Es imposible juzgar la fase de grupos de Fnatic.
