Decía el maestro de la animación Hayao Miyazaki que "La creación de un único mundo llega de un enorme número de fragmentos y del caos". De crear mundos sabe bastante alguien que engendró películas con un imaginario tan cautivador como 'La Princesa Mononoke', 'El viaje de Chihiro' o 'El castillo en el cielo', y sólo él y su equipo conocen la enorme cantidad de fragmentos descartados y el caos que se cierne sobre la producción meses antes de que las piezas encajen y se cree arte visual de primer nivel.
Así podemos pensar en 'Arcane', la serie de animación Riot Games sobre League of Legends que se estrena en Netflix, pero en el mundo de Runaterra que la desarrolladora californiana ha ido creando a lo largo de los años. Los fans más veteranos del LoL recordamos El Diario de la Justicia, el lore antiguo, la remodelación del mapeado y los eventos narrados durante estos últimos tiempos mediante cinemáticas, las descripciones de cartas en Legends of Runaterra o incluso una novela como Garen: Primer Escudo. Como dice Miyazaki, Runaterra se ha construido con muchos fragmentos y un poco de caos.
Algunos de los grandes mundos que se crean ahora, son mediante el formato digital e interactivo, en forma de videojuegos. El potencial de inmersión del videojuego está fuera de toda duda, pero también es cierto que el momento cultural que estamos viviendo es el transmedia. Riot Games lo entiende bien ya que crea todo tipo de experiencias, pero 'Arcane' está llamado a ser un antes y un después para la IP League of Legends.
Pero empecemos por resumir qué es 'Arcane'. Además de ser una serie de animación centrada tanto en la relación entre las hermanas Vi y Jinx, así como entre las ciudades hermanas de Zaun y Piltover, se trata del proyecto más ambicioso de los más de 15 años de vida de Riot Games. Esto es así porque ha sido un desarrollo de varios años, tremendamente costoso y en un área totalmente ajeno al estudio, más allá de que hayan creado algunas cinemáticas excelentes a lo largo del tiempo.
Eso es lo que hay en la superficie, lo que se ve desde la barrera. Pero una vez que ves los tres primeros capítulos de 'Arcane', los que componen lo que Riot y Netflix han venido a llamar Arco I, te das cuenta de que también hay una ambición dentro de la serie. Esto es así porque, aunque el relato no deja de ser bastante clásico en líneas generales, sí que se esfuerza por tener personalidad.
A veces esa personalidad llega con una ambientación bastante llamativa incluso para los fans de League of Legends, una violencia bastante explícita o una carga dramática muy elevada para una adaptación de un juego PEGI 12. Pero siempre lo hará con una animación realmente trabajada y bastante única. Esto es así porque dentro de la animación de gran presupuesto, siempre reconoceremos por asuntos como la iluminación o los movimientos si una película o serie es de Disney, Disney-Pixar, Dreamworks o Sony.
Pero lo que propone Riot Games es una animación tremendamente realista, que casi coquetea con la captura de movimiento en ciertas acciones inusitadamente realistas de sus protagonistas, y que con el enfoque cartoon sortea de forma grácil el valle inquietante. No es fácil hacer casar este realismo enfermizo para una animación con destellos que nos recuerdan que esto no es más que un dibujo, como el humo de ciertas explosiones o los pintarrajeos de Jinx.
A nivel narrativo, se nos presenta la infancia de Jinx, Vi y sus hermanos en los bajos fondos, protegidos por Vander, su padre adoptivo y responsable del bar "La última gota". En paralelo a esa historia, se nos cuenta la de Jayce, un estudiante de la Academia, que se encuentra desarrollando la tecnología Hextech que busca emular la magia arcana que sólo unos pocos virtuosos en toda Runaterra pueden usar.
Como es natural, esto empieza a cruzarse desde el primer momento, permitiéndonos echar un vistazo a lo que está por venir, pero centrándose por el momento en la presentación y desarrollo de los personajes principales durante estos primeros episodios. Una presentación sólida, pero que queremos ver evolucionar en los próximos Actos.
Pero si hay un aspecto en el que merece la pena centrarnos es en el musical. Ya no es que Enemy sea un pelotazo, y que Imagine Dragons tenga un poso increíble en la comunidad del LoL además de ser un grupo gigante, es que las canciones son una auténtica barbaridad.
Esto casa con una serie de animación en la que destaca una parte muy concreta y enfrentada a esto como son los silencios. No es fácil que una serie de animación consiga que sus personajes transmitan mucho con los silencios, las miradas o los gestos, y Arcane se lo propone.
En resumen, Arcane nos ha parecido una de las propuestas en animación más interesantes de los últimos tiempos. Busca tener personalidad propia y puede ser tremendamente disfrutable para quienes no conozcan el mundo de League of Legends.
Gracias a Riot Games y Netflix España por permitirnos ver el Arco I de Arcane antes del estreno.