Aunque la sensación general con Hearthstone es que se trata de un juego bastante estable, casi inmóvil. Para alguien ajeno al día a día del título de cartas basado en World of Warcraft, se puede creer que cada cierto tiempo aparece una nueva expansión con nuevas cartas y que apenas hay mucho más que ver. Eso podría haber sido cierto hace unos cuantos años, pero han habido varios puntos clave en el desarrollo del título que lo han hecho mutar en un juego con muchas más posibilidades.
Esos momentos históricos en cuanto a Hearthstone se refiere, están bastante documentados: la creación de los años estándar, los modos mazmorra de construcción de mazo roguelike, el cambio de filosofía del nuevo equipo de desarrollo a favor de las mejoras de cartas ya existentes y no ese excesivo acento en los nerfeos, Battlegrounds y el acercamiento al autobattler... Y ahora Hearthstone Mercenarios.
Gracias a Activision Blizzard hemos podido acceder a Mercenarios antes de su lanzamiento el próximo 12 de octubre. Para quien esté despistado, se trata de un nuevo modo de juego llamado a heredar el espíritu roguelike anteriormente mencionado, pero haciendo uso de unas mecánicas de juego bastante más alejadas del Hearthstone tradicional y sin versar tanto en el aspecto de aleatoriedad y mejora dentro de runs. En esta ocasión estamos frente a una vertiente con un enfoque bastante más RPG y un acabado en las peleas que casi nos recuerda a Pokémon.
Pero vayamos a la base: Mercenarios nos reta a hacer uso de un equipo de hasta 6 héroes concretos y hacer uso de sus habilidades para adentrarnos tanto en experiencias PvE como PvP. Cada uno de estos mercenarios puede ir subiendo de nivel, mejorando sus estadísticas, pero también puede ir consiguiendo unas habilidades más poderosas. Y siempre que combatamos, conseguiremos ir mejorándolos en ambos aspectos.
Hay docenas y docenas de héroes, agrupados cada uno de ellos en un sistema de tipos piedra-papel-tijera y con hasta 3 habilidades distintas por cada mercenario; y las cuales tienen una velocidad que determina su orden de prioridad en batalla. Esa es la base jugable de un combate que se basa en buscar sinergias entre tres mercenarios en mesa, a la espera de ir cambiando los que caigan derrotados por los otros 3 que esperarán en el banquillo.
PvE adictivo y cargado de contenido
Durante la primera hora de la sesión pudimos probar el modo PvE, que es el primero que se desbloquea tras el tutorial. Y lo primero que salta a la vista es lo divertido y rápido que es todo. Te apuntas a un contrato en una zona en concreto, vas acabando con los primeros encuentros previos en una especie de mapa que nos recordó bastante a Slay the Spire, para finalmente luchar contra la bestia objetivo.
Estas batallas son muy rápidas y siempre van ayudándote a desbloquear todo tipo de mejoras. Nunca tienes la sensación de estar perdiendo el tiempo, y eso es algo que en los videojuegos de hoy en día, especialmente en el grupo de los free to play, como es Hearthstone, está a la orden del día. Aquí todo va sobre el juego, sus mecánicas y sobre ir progresando.
Tras unas primeras batallas asequibles que sirven para ir desbloqueando los mercenarios suficientes para formar un equipo, o incluso las funcionalidades en el poblado (una suerte de hub central bastante amable) que nos permiten hacer cada vez más cosas, nosotros ya nos encontramos frente a un desafío importante al final de dicho periodo de juego. Teniendo en cuenta la promesa de ingentes cantidades de contenido que nos han hecho los desarrolladores, parece que tendremos diversión de sobra.
PvP y sus peleas profundas
Después de esta primera hora de PvE de la que salimos bastante contentos, se nos proporcionó una cuenta en la que todos los héroes estaban desbloqueados y al máximo nivel. Con esos mercenarios al tope de sus capacidades se nos invitó a jugar unos contra otros y comprobar cómo funcionan las sinergias al más alto nivel.
Hemos de decir que el vernos con tantas opciones y tantas mecánicas de golpe, nos abrumó un poco y no pudimos disfrutar como habríamos querido de esta parte. Sin embargo, esto también puede ser positivo, porque nos dice que la progresión del juego está ahí para darnos tiempo a ir aprendiendo estas sinergias, así como a descubrir por nosotros mismos a nuestros equipos y mercenarios favoritos.
Lo que sí podemos decir, es que se aprecian arquetipos suficientes como para observar una gran profundidad en el juego. Llegado cierto punto, nos veíamos como en el competitivo de Pokémon, donde cada ataque puede decidir la pelea y la confección del equipo y la elección de los primeros en pelear son decisiones que tienen un impacto enorme en el juego.
El resumen es que nos ha gustado mucho lo que hemos visto de Mercenarios, especialmente porque es lo suficientemente distinto a la experiencia original como para tener su sitio, y porque la progresión que hemos podido ver nos parece muy divertida. Ahora toca esperar a la experiencia final el próximo martes 12 de octubre.