The Last of Us Parte II es uno de los juegos más esperados de la presente generación de consolas. Hasta la fecha poco habíamos visto del título de Naughty Dog. Sin embargo, eso empezó a cambiar en el pasado State of Play del 24 de septiembre, en el que se desveló la fecha de lanzamiento del juego, el 21 de febrero del año que viene.
No conforme con esto, se mostró un tráiler de la campaña en el que vimos gameplay directo del juego, donde se mostraban las dos zonas que se han mostrado a un selecto grupo de miembros de la prensa especializada en Los Ángeles. El tráiler podéis encontrarlo bajo estas mismas líneas, mientras que el contenido de las dos horas de juego con The Last of Us Parte II está justo después del vídeo.
Lo primero que hay que saber es que la historia nos lleva al futuro, tras los eventos de la primera entrega, con Ellie de protagonista indiscutible. Junto a ella está su pareja Dina, al menos en la primera de las dos secciones que componían la demostración que se pudo jugar en Los Ángeles. Esta primera sección está ambientada en los fríos parajes alrededor de Jackson, Wyoming, con las dos protagonistas haciendo patrulla a lomos de sus caballos por los alrededores.
Momentos iniciales en los que se establece la relación entre los dos personajes, con sus chascarrillos y conversaciones privadas, y en los que prima un ritmo de juego pausado, que da más importancia a la exploración que a los tiroteos o el sigilo. Hay enfrentamientos, sí, pero ese no es el foco principal de esta primera parte de la demo. Aquí toca familiarizarse con los sistemas de juego existentes, recordar lo mucho que nos gustó The Last of Us hace ya unos cuantos años, y empezar a prepararnos para lo peor porque, como siempre, la felicidad de Ellie y Dina es siempre un estado momentáneo y transitorio.
De esta manera descubrimos que el sistema de control y posibilidades en The Last of Us Part II es muy similar al de la primera entrega de la serie, pero con unos cuantos añadidos que mejoran las posibilidades de supervivencia de Ellie. Nos referimos, por ejemplo a que ahora hay un botón de salto, lo que aumenta la verticalidad y posibilidades de los mapas, no solo para explorar, sino también para recorrer el escenario con mayor facilidad. Queda patente en todo momento que Ellie es más ágil y tiene más movilidad de Joel, aunque no resiste tanto daño como el protagonista de la primera entrega.
Todo es a la vez familiar, pero con un toque nuevo, renovando lo justo una fórmula que funcionó a las mil maravillas a Naughty Dog. Lo vemos también con el sigilo, que pasa a ser mucho más natural. Ellie puede parapetarse en objetos, agacharse, tumbarse y arrastrarse... pero se acabó aquello de convertirnos en invisibles si estamos entre la maleza o detrás de un arbusto. Ahora tenemos que pasar desapercibidos de verdad, o los enemigos nos verán al acercarse, lo que significa tener que desenfundar nuestro arma para acabar con los bichos o humanos que haya en nuestro entorno más cercano.
Será en esos momentos de combate cuando agradezcamos otra de las novedades en cuanto a movimiento: la posibilidad de esquivar con la pulsación de un botón. Esto para los clickers que nos pillan desprevenidos no valdrá de mucho, pero para los enfrentamientos a distancia y cuerpo a cuerpo tradicionales vendrá de maravilla. Una nueva mejora de nuestra calidad de vida de la mano de Naughty Dog.
Parece que la desarrolladora, una vez más, no ha querido que nada quedase en el aire, evolucionando la fórmula jugable de The Last of Us, pero manteniendo los parámetros de la propuesta: habrá momentos de exploración, sigilo y mucha acción, aunque la sensación que reinará, gracias a los cambios en el sigilo y a más detalles es que la muerte nos espera detrás de cada esquina. Justo lo que esperábamos de este esperado lanzamiento.
Y The Last of Us Parte II evoluciona respecto al original de más formas que en la jugabilidad, o en la evidente mejora técnica y gráfica del juego (la atención al detalle en cada aspecto en pantalla es casi enfermiza, a un nivel pocas veces visto -o nunca visto- en esta generación de consolas). Lo vemos en la forma de contarnos la historia que tira de escenas de corte y narrativa tradicional, pero también de narrativa contextual, que entendemos a través de la historia que los propios escenarios nos cuentan, como por ejemplo, con notas con historias de las personas que lo poblaron, o con detalles aquí y allá en los escenarios que nos cuentan algo.
Y a esto, además hay que añadir que los niveles de The Last of Us Parte 2 no son tan limitados como solían, sino que al estilo de lo visto en los últimos juegos de Naughty Dog, permiten cierta libertad para explorar y encontrar detalles accesorios, objetos escondidos e historias perdidas. Algo que hemos visto, por ejemplo, en Uncharted 4, que sigue siendo uno de los momentos álgidos de la presente generación de consolas. No es, por tanto, una experiencia en mundo abierto, sino que se trata de entornos amplios, pero dentro de una experiencia lineal.
Esto quedó más claro en el segundo segmento de la demostración, que nos llevaba a una ciudad en ruinas, controlada por una milicia xenófoba que resultaba ser tremendamente agresiva con los extraños. Aquí se pudo explorar más los entornos y edificios cercanos, encontrando unos cuantos secretos escondidos, mientras comprobamos que los enemigos humanos son tanto, o más, terribles que los infectados que pueblan el mundo de juego. Y hablando de infectados, hay al menos un nuevo tipo de infectado, mucho más grande y feo de lo que viene siendo habitual. Esto es una nueva muestra de que la desarrolladora no se ha conformado con repetir la vieja fórmula de The Last of Us, y quiere introducir cambios y mejoras que, si bien, no revolucionan la jugabilidad del título, sí que consiguen renovar su cara y hacer que esta aventura sea aún más apetecible de lo que era anteriormente.
Otra muestra de ello son los perros, capaces de seguir nuestro olor a través del mapa, obligándonos a movernos aún más, y haciendo que nuestras habilidades para el sigilo necesiten evolucionar en función de la amenaza.
En resumidas cuentas, a tenor de lo visto, parece que The Last of Us Parte II volverá a poner a los personajes en el centro de la función, con conversaciones interesantes, tensos enfrentamientos, momentos de sigilo y una exploración ampliada, con más posibilidades en nuestros movimientos que nunca. No podemos esperar para probarlo a fondo, por lo que estamos deseando poner nuestras manos en una nueva versión del juego antes de que llegue a las tiendas el próximo 21 de febrero de 2020.
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