Cada ciertos meses se produce una revolución en Rainbow Six Siege. El shooter táctico de Ubisoft afronta la tercera temporada de su sexto año (abreviado como Y6S3), y de nombre en clave Crystal Guard. Estos momentos de cambio son en los que la desarrolladora añade nuevos operadores a la ya imponente plantilla del videojuego, así como cambios a mapas y retoques de balance a armas u operadores.
Ubisoft acaba de dar a conocer dichas novedades, y lo cierto es que ese nombre, el de Crystal Guard, le viene como anillo al dedo. La razón es que el plato fuerte es la nueva operadora del juego, llamada Osa y que hace uso de los cristales para atacar de formas imaginativas.
Osa cambia, Osa repara
Esta nueva agente se podrá usar en las rondas de ataque y pertenece a las fuerzas especiales de Croacia. Es toda una cerebrito en cuanto a ingeniería y ciencia de los materiales se refiere, hasta el punto de haber creado su herramienta especial: un escudo de cristal totalmente translucido. Pero no sería una ingeniera top si no tuviera algún extra bajo el brazo. Ese escudo, además de poder ser usado durante los desplazamientos, puede apostarse en ventanas y puertas, cumpliendo una función similar a los refuerzos de media altura.
Eso sí, además de ser algo más alto, también tiene esa particularidad clave de ser transparente. Podemos ver a los enemigos desde la distancia, así como y ellos a nosotros. ¿Qué sentido tiene esto? Pues hay dos claves que otorgan ventaja a Osa y el resto de sus compañeros en el ataque.
Por un lado, como podéis ver al principio del vídeo superior, es posible aprovechar la sinergia de las ventanas y el rápel. Al estar fuera del edificio, es posible moverse de forma vertical y acceder al disparo claro más deprisa que los rivales. Por si esto fuera poco, podemos disparar al dispositivo rojo en la base del escudo para romperlo y pillar por sorpresa a los rivales.
¿Qué counterplay tiene Osa? Pues uno muy simple. Los enemigos pueden golpear al escudo con un golpe melé y romper el cristal hasta el punto de hacerlo borroso. Ni desde fuera, ni desde dentro, será posible ver lo que pasa al otro lado. Una forma de obligar a los rivales a moverse de sus coberturas que dinamiza el juego.
Sin reworks, pero con muchos cambios
Con estas renovaciones de cada temporada, solemos tener cambios a los mapas. A veces llegan con la forma de reworks, cuando se cambian un montón de zonas, posiciones de bomba y el dibujo general del mapa... Pero a veces en forma de cambios de calidad de vida y retoques mínimos en lo visual, pero importantes en lo jugable. Esto es lo que sucedió en Crystal Guard, ya que Litoral, Banco y Clubhouse son los emplazamientos que cambian.
Como decimos, no hay nada muy grande. La mayoría son cambios a ventanas y decorados, buscando minimizar fenómenos como el spawn pick, que son realmente molestos. Si conocías estos mapas y te gustaban, tranquilidad siguen siendo parecidos, pero algunas posiciones cambian un poco.
En cuanto a cambios de balance, tenemos retoques importantes a algunos operadores. Uno de los más relevantes es el rework de Twitch, que ya no puede usar su dron durante la fase de planificación, pero sí durante la partida en sí. Esto se compensa con un láser en vez de un rayo eléctrico, que permite romper aparatos en vez de desactivarlos. También llama la atención la mina de racimo de Fuze, que ahora puede ser usada sobre superficies reforzadas. Eso sí, tardará más y en la otra zona dejará un cilindro que si se dispara, aborta el lanzamiento de explosivos.
El cambio más general es el de las granadas cegadoras. Ahora se calculan mejor las superficies y siempre ciegan de la misma forma, aunque un menor tiempo dependiendo del ángulo de visión que tengamos para con ellas.
La conclusión es que estamos frente a una actualización que no cambiará por completo la vida de los jugadores de Rainbow Six Siege, pero sí la hará más interesante. Al ir sumando la nueva operadora, con los cambios a los mapas, y los ajustes de balance, llegamos a un juego que sabe muy distinto, especialmente para los fans más acérrimos y para los profesionales. Una puesta a punto que convence además con añadidos estéticos y cosméticos.