Resident Evil está gonzando ahora mismo de una fama como nunca. Los diversos remakes que ha lanzado Capcom en los últimos años han servido a la compañía para impulsar de nuevo hacia arriba a su saga de zombis y monstruos, postulandola como un de los productos de terror más importantes del panorama actual del audiovisual y como un referente a seguir en lo que a concepción de las claves del género zombie se refiere, con permiso del cine de George A. Romero que se distancia un tanto de lo que viene siendo la historia de Leon, Chris y compañía (a pesar claramente de que Resident Evil no sería lo que es sin ese tipo de largometrajes del autor de 'La noche de los muertos vivientes').
Recientemente, pude ver Resident Evil: Oscuridad infinita en Netflix, la serie de animación más reciente que se ha publicado sobre la franquicia. Y aunque no estaba del todo mal, hay ciertos puntos que se pueden destacar y en los que Johannes Roberts puede fijarse de cara al lanzamiento de Resident Evil: Welcome to Raccoon City, el film que servirá como reboot de la saga en el ámbito cinematográfico, sin Milla Jovovich a la cabeza a la función y con Paul W. S. Anderson a un lado.
Aquí, se repasarán esos puntos para ver qué puede hacer esa nueva película de Resident Evil para intentar asemejarse un poco más a los videojuegos y no parecer simplemente un producto palomitero de Hollywood más que puede codearse en cartelera con Los Mercenarios sin que haya absolutamente ningún problema.
Más hincapié en el terror
Es ya de dominio público que las películas de Milla Jovovich están más centradas en la acción que en el propio terror. Este último se usa simplemente como un ingrediente más al principio de cada film, o puede que ni eso en determinados casos, para llamar la atención del espectador y hacer que este esté más enganchado al producto. El terror en las películas actuales de Resident Evil es algo demasiado nimio para lo que debería ser en realidad, que es la experiencia absoluta que se transmite al espectador. Es complicado, por otro lado, conseguirlo, porque el respetable que asiste a ver el film y se sienta en el patio de butacas son en su mayoría conocedores de los videojuegos que se están adaptando, y eso es un problema.
Lo es básicamente porque una película jamás podrá tener el mismo nivel de transmisión que tiene un videojuego. Aquí solamente vamos a limitarnos a ver lo que el director quiere que veamos y nada más. Todo está estructurado y montado, mientras que en un videojuego, aparte de que el protagonista somos nosotros, hay pequeñas variantes que afectan a cómo se siente el espectador.
Así pues, lo que debería hacer Roberts es dejar un poco al margen esa acción para centrarse en procurar que Welcome to Racccoon City sea un tren de la bruja impresionante. Una experiencia única en la que se viva de cerca una historia de zombis como las de antaño, donde el gore, las secuencias de horror y la desesperación de los protagonistas por sobrevivir era lo que primaba.
Zombis a lo The Walking Dead
Parece una tontería, pero los no muertos lentos acostumbran a dar más sensación de pánico que los rápidos. Los que salen de la imaginería de Danny Boyle como en 28 días después, suelen simplemente ser monstruos que provocan ciertos jumpscares y poco más. No generan agobio ni demasiada tensión porque sus impactos en pantalla son tremendamente rápidos, y eso da poco pie a que se pueda crear una sensación de tensión alrededor de los espectadores, porque es un visto y no visto. Sin embargo, los zombis lentos generan todo lo contrario, empezando por la confianza excesiva, en ocasiones, de los espectadores.
Hay todo tipo de monstruos en Resident Evil, pero los zombis, desde luego, son como tortugas. Van lentos, muy despacio y atacan en grupos amplios. Eso hace que se tengan que controlar más y haya que ir con extremo cuidado, porque al mínimo descuido ya estamos rodeados y muertos. Roberts debería echar un ojo a ese tipo de tensión que se genera en The Walking Dead con este tipo de altercados de control de rebaño, por así decirlo. Además, casa de maravilla con el concepto de memoria que hay que realizar en los videojuego cuando se entra o se sale de una estancia, porque hay que intentar recordar dónde están ubicados esos monstruos para no perder salud.
Unos personajes que de verdad transmitan algo
No nos engañemos, absolutamente nadie sentía nada por los personajes de las películas de Paul W. S. Anderson. Absolutamente nadie. Era imposible sentir algo por esos protagonistas que pueden con mil y un monstruos a la vez y que, además, son inmortales porque pueden acabar con todo lo que se les planta por delante. La historia en Resident Evil, en las películas, era un poco inconexa y no terminaba de cuajar. Ahora, Roberts tiene la oportunidad de poder poner fin a eso adaptando los tres primeros juegos, o más bien el estilo y corte de cada uno.
Parece una tontería, pero en los films de terror es necesario que los espectadores puedan realizar algún tipo de conexión y vínculo con los personajes ficticios, porque de lo contrario es cuando todo empieza a derrumbarse y no hay por donde coger nada. Esperemos que por lo menos aquí, Roberts sepa crear una saga de larga tirada como en otros productos slasher como, por ejemplo, Scream.
¿Cuándo podremos ver Resident Evil: Welcome to Raccoon City?
El largometraje se estrenará en Estados Unidos el próximo 3 de septiembre de 2021. Veremos entonces, dentro de tan solo un par de meses aproximadamente cómo ha funcionado este reboot y si estamos frente a la resurrección de Resident Evil no solo en videojuegos, sino también en el mundo del cine.