La historia de The Last of Us es bastante cruda. Por mucho que nos encante, a muchos, ir dando balazos a diestro y siniestro de un lado a otro, sea controlando a Joel o sea a los mandos de Ellie, lo cierto es que si destilamos simplemente su narrativa y la potenciamos (todavía más, dejando a un lado las opciones de carnicería que permite hacer a los jugadores cuando son ellos quienes mueven a los protagonistas), nos queda una obra de lo más cruel. Dolorosa hasta decir basta y con unos derroches de drama que le tocan el corazón hasta al más duro del mundo.
Con la serie de HBO en marcha, con Craig Mazin a la cabeza del proyecto con Pedro Pascal y Bella Ramsey como personajes principales (interpretando a los ya mencionados Joel y Ellie, respectivamente), nos llega ahora un cortometraje realizado por un grupo de fans de la obra de Naughty Dog que, ciertamente y con total sinceridad, no tiene absolutamente nada que envidiar a las cinemáticas y narrativa construida por la compañía al cargo del videojuego.
El proyecto recibe el nombre de 'Stay' y nos cuenta lo siguiente: "Es la historia de dos supervivientes cuya esperanza en el muelle de Santa Mónica ilumina su camino a través del despiadado y agonizante mundo de The Last of Us".
Como veis, aunque al final todo tenga a Ellie como el personaje principal que mueve la historia global sobre la que se mueve esa pequeña historia, 'Stay' tiene una fuerza muy particular que pocos productos más grandes pueden alcanzar. Un vistazo a cómo el apocalipsis que plantea la historia de Naughty Dog se encargó en su momento de destruir todo con lo que se topaba. Un viaje demasiado duro para lo poco que dura, en metraje, y sin embargo se convierte en una pieza, para nosotros, imprescindible para entender todavía mejor todo sobre lo que se construye The Last of Us.
Como la serie de HBO sea la mitad de dura que esto, vamos a fliparlo. Y ya de los detalles de VFX y efectos especiales, en general, así como vestuario y puesta en escena ni hablamos, porque el cortometraje deja el nivel altísimo y demuestra ser una producción para quitarse el sombrero.