G2 Esports se ha abonado a los patrocinios polémicos. Tras corroborar un acuerdo con una firma especializada en los NFT, el club ha sorprendido a los aficionados con el anuncio de su unión a casa de apuestas. Así, el club abre la puerta a los patrocinios de esta índole que, a priori, se centrarán en su sección de Counter-Strike: Global Offensive, pero que forman parte de un “patrocinio global” para “trabajar juntos tratando de crear entretenimiento y contenidos que desafíen las probabilidades”.
La normativa de Riot Games con respecto a los acuerdos de patrocinio impedirá al club mostrar el nombre de la marca en cualquiera de sus competiciones oficiales, quedando por completo descartada cualquier mención en las camisetas que los jugadores vestirán sobre el escenario cuando enfrenten un partido de League of Legends o Valorant. Sin embargo, Valve es mucho más laxa con los acuerdos de los equipos, de forma que CS:GO es el territorio donde la asociación se notará en mayor medida.
El movimiento del club ha sido duramente criticado en redes sociales, especialmente por los aficionados a League of Legends. Aunque una buena cantidad de organizaciones centradas en Counter-Strike mantienen relaciones estrechas con casas de apuestas centrados en esas secciones, es particularmente extraño ver cómo estos acuerdos se rubrican con equipos más asentados en las competiciones de Riot Games.
Desde el club no han respondido de ninguna forma a la polémica que, además, confirma una semana en la que muchos miembros de la comunidad se han posicionado en contra de los nuevos patrocinios que están llegando a los deportes electrónicos. Las criptomonedas, los NFT y las casas de apuestas han llegado a muchos clubs de la primera línea internacional a lo largo de la última semana para marcar una nueva tendencia en una industria que parece dispuesta a primar los patrocinios más provechosos en cuanto a rédito económico independientemente de su naturaleza.