Ha sido un año de espera desde su anuncio y cuatro desde que Aloy debutó en PlayStation 4 con Zero Dawn. Sin embargo, el último State of Play nos ha sorprendido con 15 minutos de gameplay de Horizon Forbidden West. Una primera muestra de la que será la continuación de una de las sagas mejor valoradas de la pasada generación. Por aquel entonces tuvo la función de sacarle el máximo rendimiento a PS4, y en esta ocasión es el turno de que nos muestre todo lo que puede hacer la nueva máquina de Sony.
Las primeras sensaciones han sido positivas y por mucho. El gameplay tomó protagonismo tras una larga espera de 5 horas en las que se nos mostraron artes conceptuales del juego, unos prolegómenos que confirmaron lo que ya sabíamos sobre el mundo de Horizon Forbidden West para hacer alarde de escenarios y biomas que posiblemente llegarán a la versión final y que hubieran dado para una pieza en sí misma y cientos de fondos de escritorio, pero que han quedado opacados cuando la acción echó a rodar.
Los quince minutos de gameplay muestran una línea continuista. Un poco de más de lo mismo con poco negativo y que saca brillo a lo que ya vimos en Zero Dawn, pero que incluye los suficientes cambios como para hacer que este oeste prohibido se muestre como una secuela que realmente merezca dicho título. En cuanto a nosotros, hemos querido quedarnos con siete detalles que nos han llamado poderosamente la atención y que, creemos, definen la nueva experiencia del título de Guerrilla Games.
La belleza de siempre, pero cambiada
Aunque ya lo hemos sugerido, había que mencionarlo. Guerrilla ha querido volver a marcar músculo gráfico para asegurar que no habría decepción. Incluso con algunos problemas propios de las emisiones en directo (solucionados si lo vemos resubido), Horizon Fobidden West mostró el mismo universo maravilloso que nos ofrecía la primera entrega y lo llenó de detalles otrora imposibles. Una calidad que, aunque ya hayamos visto antes, sigue causándonos la misma sorpresa que la primera vez.
También ha sentado como un guante el cambio de ubicación. El oeste prohibido tiene un nombre propio en el mundo real: California. Así, si la aventura de Zero Dawn transcurría entre las zonas de Utah, Colorado y Montana (todas interiores); en esta ocasión tenemos una oportunidad para visitar las ya no tan paradisiacas costas de la geografía estadounidense y deleitarnos con una naturaleza impasible que avanza recordándonos los viejos errores que nosotros, los seres humanos, hemos cometido.
La mujer y la máquina
Uno de los elementos que estará de vuelta en Horizon Forbidden West es la sensación de indefensión. Aunque a lo largo de la primera entrega los jugadores fuimos perdiendo paulatinamente el miedo a las máquinas, este está de regreso ante un nuevo surtido de criaturas con nuevos efectos de combate con las que volveremos a tener problemas para lidiar en caso de que no consigamos mantenernos en sigilo.
Todas las nuevas herramientas (de las que hablaremos más adelante) pueden ayudarnos a darle la vuelta a la situación. Sin embargo, son en su mayoría alternativas defensivas y de reposicionamiento cuyo objetivo es darnos una segunda oportunidad que buscar una confrontación directa particularmente complicada cuando tengamos que enfrentarnos a situaciones de desventaja numérica. Un miedo primitivo que, en caso de funcionar en el título final como en el tráiler, le dará un mayor peso a la táctica en lugar del combate abierto
Inteligencia Artificial
Siempre hay que tener precaución para hacer juicios de valor sobre las capacidades aliadas y enemigas cuando juzgamos un gameplay preparado de antemano. Sin embargo y salvo que Guerrilla haya conseguido engañarnos, hubo un momento particularmente interesante durante la presentación en el que nos quedamos asombrados ante la respuesta que las máquinas ofrecían a los movimientos de Aloy.
La situación tuvo lugar durante los primeros cinco minutos de la presentación. Buscando ganar la altura para evitar a las máquinas, vemos como los enemigos buscan la zona más alta posible y se sitúan a la espera para denegar el próximo movimiento del personaje. Una batalla en la que no estamos tanto en una persecución como en una caza relativamente ordenada que deja casi sin opciones a la protagonista si no fuera por…
Nuevas opciones de movilidad
Incluso dentro de la subjetividad con las que puedo afirmar ser un extraordinario fan del Horizon original hay que añadir un comentario imparcial: muchos de los elementos mostrados en el juego solo recopilaban lo mejor de lo mejor de los mundos abiertos. No es nada necesariamente malo ni de lo que estar avergonzado, y de hecho Guerrilla ha repetido en este Forbidden West con la introducción de dos mecánicas de movilidad que nos serán extraordinariamente familiares.
Hablamos de un gancho que nos permite salvar cortas distancias dándole sentido a la verticalidad (nada de usarlo contra enemigos que esto no es Doom) y de una suerte de paravela que nos permite convertir nuestros descensos en suaves movimientos por el aire en los que conseguimos una caída liviana con muchos metros de avance horizontal por cada uno de caída vertical. Un cambio en nuestra relación con el entorno muy prometedor y que permitirá enfrentar las situaciones de combate introduciendo la variable de la altura en la ecuación.
Un combate más pulido
Una inmensa rueda de selección de armamento se abrió ante nosotros como el mismísimo Santo Grial de las zonas de acción. A lo largo del gameplay hemos visto todo tipo de herramientas con alternativas defensivas y ofensivas que permitían, por ejemplo, lanzar proyectiles explosivos que no realizaban daño pero generaban una capa de “moco” sobre los enemigos y reducían su movilidad. También aparecieron los explosivos y todo lo que ya conocíamos del título original.
El repertorio será mucho más extenso y lo que es más importante, funcionará mejor. Especialmente destacadas las mejoras a la lanza que prometen hacer el cuerpo a cuerpo algo más interesante y solucionar los problemas que tuvo el título original con este formato de enfrentamientos. Un apartado que ahonda en el más de lo mismo pero mejorado que tantas ganas teníamos de ver cuando nos referíamos a Horizon Forbidden West.
Sin amnesia
Aloy se ha librado de los galopantes problemas de amnesia que parecen afectar a los protagonistas de las secuelas y mantiene buena parte de su repertorio de habilidades y golpes. Este apartado, aunque es en buena medida el responsable de que el sistema de combate parezca haber recibido un imprescindible lavado de cara sin perders su esencia, también se muestra durante los escasos fragmentos de la trama y con el uso de habilidades como montar a determinadas máquinas.
Puede que ya no esté buscando a su madre, pero Aloy mantiene intacta la determinación que fue ganando a lo largo del primer juego y ya no se sorprende o asquea cuando lo que toca es combatir humanos. El hecho de que se eviten técnicas forzadas que desmerezcan los primeros minutos de la aventura en una secuela siempre será algo que tendremos a bien celebrar, especialmente teniendo en cuenta que conocimos a Aloy de niña y la abandonamos ya entrada en la vida adulta.
Una historia sin detallar, pero intrigante
Por último, hay que destacar uno de los puntos de los que menos sabemos. La trama de Horizon Forbidden West no ha quedado ni un poco expuesta en la presentación. Todo lo que sabemos es que habrá más humanos a los que enfrentarnos, que el control de máquinas es menos exclusivo. Sin embargo, todo acaba con un misterioso mapamundi y la llegada de una tormenta en lo que parece ser una etapa en la que comenzamos la historia y todo está por definir.
Una nueva historia para la Aloy de siempre, que tendrá que enfrentar amenazas renovadas y nuevas máquinas que siguen siendo capaces de sorprendernos (como un gigantesco elefante mecánico). Muchas novedades y todavía la incógnita de cuándo podremos probarlas. No vamos a señalar como algo negativo, pero no vamos a mentir: ahora tenemos más ganas que nunca de saber cuando sale Horizon Forbidden West. De momento, tendremos que conformarnos con saber que será este año y que también estará disponible en PS4.