Una apuesta entre amigos que se salió un poco de madre ha terminado convirtiéndose en uno de los mayores logros de la comunidad de Valorant. El desafío consistía en crear una versión completamente funcional del juego que utilizara Minecraft como plataforma base y fue aceptado por un jugador con la intención de acabarlo en un par de días. Sin embargo, la ‘calentada’ dio lugar a un proyecto que tomó dos meses para completarse y ha dejado a todos los jugadores boquiabiertos.
En este caso no estamos hablando de construir los mapas que están presentes en el shooter táctico de Riot Games para poder utilizarlos de la forma que se considere conveniente. El objetivo era programar todo lo que fuera necesario para hacerlo funcionar como si se tratase de un título independiente: crear scripts para los agentes y sus habilidades, armas funcionales que hicieran el mismo daño o un sistema efectivo de plantado y desactivación de la Spike.
En definitiva, se trataba de crear un servidor de Minecraft que permitiera jugar partidas de Valorant de la forma más fiel posible a la realidad del shooter táctico de Riot Games. Un proyecto que cumple con creces utilizando unos cuantos trucos de programación que dejarían boquiabierto a más de un desarrollador y propone soluciones creativas para las habilidades que se apoyan de elementos externos. Así, por ejemplo, los humos y la definitiva de Brimstone se tiran desde un cubo proyectado en el mapa que desaparece al utilizarlos.
Evidentemente, no podemos esperar un resultado en cuanto a jugabilidad idéntico a Valorant ya que la intención es hacer que se mantengan las señas de identidad de Minecraft. Sin embargo, el efecto difícilmente podría estar más conseguido si tenemos en cuenta que ha sido llevado a cabo por una sola persona a lo largo de dos meses y partiendo de una base nula. Una labor titánica que no debería quedar sin recompensa.
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