Al principio de la Segunda Guerra Mundial, durante la invasión de Francia por parte del ejército nazi, el bloque aliado no podía frenar a las fuerzas comandadas por Hitler. Esto se achaca a lo poderosa de la guerra relámpago desarrollada con éxito por los nazis en Polonia y que consta de un bombardeo inicial, un aluvión de unidades blindadas de gran movilidad y finalmente el uso de fuerzas a pie. Esta táctica se fundamentaba en su velocidad y capacidad para dejar sin respuestas a las formaciones defensivas rivales, pero también en la superioridad tecnológica alemana.
Claro que los Panzers y los bombarderos eran la clave desde el punto de vista de la ingeniería, pero la *Blitzkrieg* no funcionaría sin el uso correcto de estas herramientas y sin el paso rápido de las fuerzas de infantería por las zonas abiertas por los tanques. Pero, ¿cómo podrían los soldados de a pie seguir el ritmo de unas unidades tan móviles con capacidad para hacer decenas de kilómetros de manera diaria? Con ciencia y mucha droga**.
Durante la primera guerra mundial, las fuerzas francesas proveían a sus soldados con media botella de vino de forma diaria, y la razón detrás de esto era que el alcohol ayudaba a mitigar la ansiedad de la guerra y los miedos asociados. Durante la campaña francesa, los galos seguían con esta práctica, mientras los nazis dieron un paso adelante al administrar metanfetamina a sus tropas. Esta droga estimula el sistema nervioso central, reduciendo el cansancio físico y el apetito, dos "problemas" para un ejército. Mientras confiaban en una fórmula obsoleta y bebían vino, otros habían dado un salto brutal en ciencia militar y usaban la química más avanzada.
Casi como ha sucedido con Cloud9 en el Mid Season Invitational de League of Legends.
Tan pobre que sólo tienes dinero
En League of Legends, como en la guerra, el tiempo pasa muy rápido. Las fórmulas exitosas pueden dejar de serlo en apenas una temporada, e incluso menos. Cloud9, el mejor equipo de Norteamérica en el pasado reciente, realizó una apuesta potentísima en este último mercado de fichajes: Luka "Perkz" Perkovic, el legendario midlaner y veterano que vivió en primera persona los éxitos de G2 Esports en el LoL europeo, llegaba a la LCS tras el traspaso más caro de la historia y firmar uno de los sueldos más grandes de todo el planeta.
Ya sabemos cómo ha sido la historia de la LCS norteamericana como región. Al tratarse de uno de los mercados en los que hay más inversores, así como de los primeros en dar el salto al modelo de franquicias que tanto beneficia la presencia de importantes sumas de dinero para los clubes, los equipos empezaron firmar cheques. Corea del Sur, Europa y China superaban de forma histórica a los equipos norteamericanos, por lo que estos empezaron a llevarse los mejores jugadores disponibles en los dos primeros mercados.
Tanto este desembolso económico como el éxodo de talento, más recientemente procedente en su mayor parte del viejo continente, no ha implicado mejores resultados para NA. Parece incluso, como si la región hubiera tocado techo entre finales de 2018 y mediados de 2019, con las semifinales de Cloud9 en los Worlds de Corea y el subcampeonato de Team Liquid en el MSI de Vietnam/Taiwan.
La llegada de Perkz a Cloud9, acompañado incluso de un método europeo como es el de Alfonso "Mithy" Aguirre, más el no poco talento que tiene el equipo con jugadores como Phillipe "Vulcan" LaFlamme o Jesper "Zven" Svenningsen, podría significar el éxito de la organización sólo por acumulación de talento. Y eso es así, pero sólo a nivel regional. Cloud9 cayó eliminado ayer en la segunda fase de grupos del Mid Season Invitational que se está disputando en Islandia.
Cloud9 llegó incluso a protagonizar momentos embarazosos como su derrota contra Pentanet.GG, la cenicienta de esta Rumble Phase y procedente de Oceanía, una región que se descuartizó para darle aún más talento a Norteamérica. Irónico, ¿verdad?
A contracorriente del LoL de última generación
En este MSI estamos viendo un ritmo de juego realmente vertiginoso. En este punto, con tres series al mejor de cinco por jugarse, la media de duración de las partidas en el torneo está en 29.53 segundos. Este dato es más de tres minutos inferior a la media de LEC y LCS, más de cinco que la LCK y "sólo" un minuto inferior al número de la LPL china. Estamos viendo partidas en las que el pico de poder del mítico define por completo las partidas, el escalado es acelerado mediante placas de torretas. En un entorno tan veloz, casi como la Blitzkrieg, Cloud9 tiene la segunda duración media más larga del torneo con 32:25 minutos; sólo Istanbul Wildcats les supera.
Si tenemos en cuenta sus buenos datos de dragones (2.94 por partida, sólo DWG KIA les supera con 3.00), y los conmutamos con otros económicos en el juego temprano como el diferencial de torres y de oro al minuto 15, bastante negativos para C9, se evidencia que el estilo del equipo es reactivo en medio de un metajuego que recompensa a los equipos proactivos; o al menos eso se demostró en la victoria de MAD Lions sobre RNG en el día de ayer. DWG se lleva los dragones porque aplasta a sus rivales, Cloud9 porque alarga las partidas y porque son su premio de consolación mientras el rival se lleva las torres.
Perkz y el resto de Cloud9 tienen tiempo para reflexionar antes del arranque de la temporada de verano y aún más de su previsible comparecencia en los Worlds a final de año, así como han tenido la posibilidad de competir contra clubes del más alto nivel. No todo está perdido para ellos, pero tienen que entender que no pueden ir a la guerra con palos mientras el resto tiene pistolas, que no pueden ir a la guerra borrachos de vino caro contra espídicos rivales con ganas de cerrar partidos en 20 minutos.
Foto de LoL Esports y estadísticas de Games of Legends.