El próximo 4 de octubre llega Mega Drive Mini a las estanterías de las tiendas. La versión de la mítica Mega Drive de SEGA, pero en tamaño reducido y 42 juegos emulados en su interior. Hemos estado los últimos días probando la máquina, y nos ha gustado mucho lo que hemos experimentado, aunque hay algún pequeño punto negro que nos hemos encontrado.
A continuación te contamos lo bueno y lo malo de Mega Drive Mini:
Lo primero que nos ha llamado la atención es el gran acabado de la consola en sí misma. Se nota el gusto por el detalle de SEGA con este pequeño homenaje, y eso se plasma en botones funcionales. El botón de reset resetea la consola, se enciende al mover el interruptor de on/off (y al encenderse se activa la luz roja en la parte blanca central), la ranura para cartuchos se abre, y lo mismo ocurre con el puerto de expansión por el que se conectaba el Mega CD. Lo único que nos falla un poco es que el puerto para auriculares es falso. Por lo demás, un acabado de la propia consola extraordinario.
Los mandos de Mega Drive Mini son una recreación casi perfecta de los mandos originales del sistema, tanto en tamaño como en prestaciones. Es más, podríamos considerarlos incluso superiores a los mandos originales de Mega Drive (aunque la primera tanda de mandos tenían otro color), por tener un cable muchísimo más largo que antes (aproximadamente medio metro de largo más), lo que nos permitirá jugar desde el sofá sin demasiados problemas. Y si aún así se quedara corto el cable, siempre podríamos usar un alargador para ello.
SEGA ha elegido con cuidado la lista de 40+ 2 juegos que incluye Mega Drive Mini. Todos y cada uno de los títulos incluidos son interesantes y divertidos, y cuentan con emulaciones bastante trabajadas de sus versiones en castellano. Es un gusto jugar de nuevo a títulos como Story of Thor, probar por primera vez en Europa Landstalker, o comprobar lo bien que hacía las cosas la vieja Treasure con juegos como Dinamite Headdy o Gunstar Heroes.
Sin embargo, es imposible echar de menos ciertos juegos y series, siempre por razones de licencias. Es el caso de los juegos de Disney más icónicos como Aladdin o El Rey León, Mortal Kombat o algunas entregas de Sonic.
Es decir, todos los que están: muy bien. Todos los que faltan: una pena.
En el reciente recopilatorio Sega Mega Drive Classics se incluyeron un gran número de extras: galerías de arte, filtros de imagen, distintas versiones de los juegos... Aquí no hay nada de eso, hasta el punto de solo ofrecer un filtro CRT y la opción de jugar en 16/9 para que los píxeles no nos salten los ojos. La posibilidad de salvar hasta 4 partidas en cada juego, en cualquier momento, es bienvenida, pero no es suficiente solo con eso.
Mega Drive Mini viene con 2 mandos de 6 botones en Japón. Pero en Europa ha llegado con mandos de 3 botones. No hay pegas que poner al acabado de estos mandos que nos llegan, pero es una pena que tengamos que jugar a títulos diseñados para 6 botones con un número inferior de botones. Títulos como Eternal Champions, Street Fighter II echan de menos estos mandos... Que tendremos que comprar a través de internet si queremos jugarlos en su estado óptimo.
Mega Drive Mini es una miniconsola hecha bien. Se nota el cariño y devoción de SEGA con este producto en los detalles del propio hardware, además de en la extensa nómina de juegos que incluye. Es una pena que los mandos que vienen incluidos por defecto sean los de 3 botones, que echemos de menos un buen puñado de juegos más en la recopilación, y no haya extras. Sin embargo, esto no hace que deje de ser una joya para los amantes de este sistema y del retro en general.