League of Legends es un juego de detalles. No hay un solo elemento en la Grieta del Invocador que no esté planificado desde el comienzo o que no podamos tener en cuenta a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que es imposible tener en cuenta todos los factores y sacar el máximo provecho de nuestras jugadas. Rara vez tienen influencia en el resultado final, pero en extrañas ocasiones pueden ser la diferencia que decide qué nexo caerá.
Un buen ejemplo es la jugada que un jugador quiso compartir con la comunidad. Aunque no podemos hablar estrictamente de tener mala suerte, quizás sea la más desafortunada que jamás hayamos visto cuando se trata de League of Legends. Un backdoor que pintaba a ser espectacular y poner fin a una partida agónica y que acabó yéndose al traste debido a la aparición de un protagonista inesperado que lo cambió todo: un súbdito que se convirtió en superhéroe.
Cuando todo pintaba bien para un equipo rojo que se iba a llevar la victoria pese a tener una desventaja considerable en el marcador de oro, la partida acabó in extremis debido a la aparición de un súbdito de la oleada que interrumpió el desplazamiento de Fiora prolongando su animación y evitando que pudiera asestar el ataque definitivo al nexo. Todo para que el próximo fotograma comenzará la inevitable transición de la cámara hacia una pantalla de derrota.
El error es prácticamente imposible de calcular y hace que pierda el tiempo suficiente como para perder una partida que parecía hecha. La Q (Embestida) de Fiora está programada para funcionar así y, además, es bastante exigente cuando se trata de golpear al nexo. Sin embargo, incluso no habiendo impactado podría haber lanzado un autoataque potenciado con el brillo para acabar con el objetivo definitivo de League of Legends y anotarse una victoria. Desde luego, la sensación que queda después de algo así debe ser horrorosa.
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