La broma duró una década y durante ese tiempo todos se sumaron a hacer comentarios sobre la “s” de Riot Games por haber lanzado únicamente League of Legends. Sin embargo, los planes de la desarrolladora siempre fueron la expansión. Ahora, la compañía ha hecho público cuál fue uno de sus primeros videojuegos fallidos. Una idea de desarrollo que Blizzard fue capaz de cargarse con solo un anuncio y una prueba jugable.
Proyecto Bacon: El juego de cartas original de League of Legends
League of Legends funcionó bien incluso en sus primeros años y la idea de Riot Games era muy sencilla: aprovechar su universo en nichos de mercado todavía vacantes. A partir de ahí, el lanzamiento de Proyecto Bacon (de verdad, se llamaba así) era coser y cantar. Se trataba de un juego de cartas que venía a reinterpretar la experiencia presencial y física a lo digital. El objetivo era introducir mecánicas únicas e imposibles de llevar a la práctica con cartones y monedas.
La competencia no era demasiado dura. Magic y Pokémon Trading Card Game apenas contaban con unas cuantas adaptaciones que no aprovechaban sus nuevas posibilidades. Casi todos los videojuegos de cartas eran adaptaciones que copiaban los sistemas y los trasladaban al control con teclado y ratón y la colección digital de cartas. Lo que quería Riot Games era una revolución que situase a la compañía como algo más que los muchachos responsables de League of Legends.
El juego estaba previsto para lanzarse en torno a septiembre de 2013. Sin embargo, el mundo se vino encima de los desarrolladores cuando apenas a seis meses de llevar a cabo el estreno Blizzard anunció el lanzamiento de Hearthstone con betas cerradas mucho antes de que su proyecto estuviera finiquitado.
“Este juego es increíble”
Una de las confesiones culpables de los desarrolladores es que esperaban que Blizzard hiciese un mal juego. Algo que no fuera para tanto y que pudieran superar. Sin embargo, ellos mismos reconocen que conforme lo probaban llegaron a la conclusión de que, no solo no era malo, si no que le daba bastantes vueltas al producto inacabado que tenían entre manos. Su simpleza era un valor añadido, y Hearthstone le había dado una lección a Riot Games.
A partir de ese momento, Proyecto Bacon se fue a la nevera, pero nunca se dejó de trabajar en la idea. Era la oportunidad de aprender, coger ideas, diferenciarse. Hubo decenas de prototipos y fue en una prueba jugable donde cumplieron su objetivo: permitir a los jugadores experimentar con mazos y cartas. Así surgió una versión inicial de Legends of Runeterra. Lo más curioso es como descubrieron que era el juego adecuado: la gente en el estudio se picaba con el resto de compañeros para tratar de hacer el mejor mazo y ganar la competición mensual.
Un sacrificio que creó Legends of Runeterra
El trago de llegar a la oficina y explicar por qué el juego de cartas que llevaban años desarrollando no se podía lanzar tuvo que ser duro. Lo definen, literalmente, como un “vacío existencial”. Sin embargo, el equipo asegura no arrepentirse de nada. “Podríamos haber lanzado ese juego de cartas y probablemente hubiera rendido bien, pero también habría desaparecido y nunca habríamos llegado tan lejos como con Legends of Runeterra.”, comentan los creadores.
Muchas veces, no sabemos nada de los juegos que nunca llegaron a existir o de las versiones previas que, tras cancelarse, dieron paso a otros. Un viaje duro para los desarrolladores y que no es nada fácil de asumir. ¿Os imagináis trabajar años en algo para tirarlo a la basura? Sin embargo, a veces las historias tienen final feliz, y esta nos da ganas de crearnos un nuevo mazo en Legends of Runeterra.