Anoche se disputó lo que había venido a denominarse como "La Revancha". Tras una victoria de España en el primer amistoso de League of Legends jugado hace unos días, los jugadores nacionales le dieron la oportunidad a Francia de jugar un segundo mejor de cinco. En esta ocasión, Riot Games permitiría que las selecciones hicieran uso de sus jugadores LEC, con quienes los seleccionadores no pudieron contar durante el primer encuentro.
Esto haría que jugadores como Elyoya y Razork por parte de España y Jezu o Vetheo por Francia, pudieran competir. Un añadido de talento enorme, que también sumaba unos importantes alicientes al ya enorme hype. Si el primer partido fue un éxito en audiencias, el segundo ha explotado todos los medidores.
Para muchos, quizás es el momento de que Riot Games apueste por primera vez por una competición de selecciones. Todas las iniciativas por parte de la comunidad han demostrado que son un entretenimiento de primer orden, así como que los fans desean ver a sus selecciones batirse el cobre en el plano internacional. Quizás una Copa del Mundo sería demasiado aburrida con Corea y China repartiéndose el trofeo, pero una Eurocopa sería brutal.
La rivalidad de las selecciones
Los esports atraen a los fans del videojuego, pero conquistan cuando una disciplina va más allá de las partidas que se juegan. LEC ha tiene un producto brutal, Counter Strike lleva lustros creando una historia y tiene unos hitos brutales a su espalda, mientras que The International de Dota es un torneo estratosférico a nivel de unión con la comunidad y cuenta con un premio sin parangón en los deportes electrónicos.
Hay que tejer todo tipo de atractivos alrededor del juego para que los fans se queden viendo las partidas, y una muy buena es crear rivalidades. Lo hemos visto con G2 y Fnatic en el pasado, trayendo grandes cifras de espectadores al viejo continente, o incluso en Norteamérica con TSM y Cloud9, por ejemplo. El España vs Francia va más allá de los piques en SoloQ, se trata de un duelo con siglos de rivalidad que siempre contará con el interés del público. Como podrían serlo muchos otros duelos de selecciones.
La representación de los fans
Este punto es quizás el más importante de todos. Los deportes electrónicos cuentan con un ecosistema cambiante... Quizás demasiado. Las ligas franquiciadas vienen a cambiar esto, pero lo normal es que cada año haya al menos un equipo nuevo en las competiciones, mientras los jugadores cambian de club a una velocidad vertiginosa. Fijaos en las excepciones y veréis que son auténticos emblemas que atraen a las audiencias.
Es complicado sentirse fan de un equipo cuando dentro de seis meses cambia a todos los jugadores o cuando quizás pueda desaparecer dentro de no mucho dentro de los complejos movimientos internos de la escena. Una selección es más duradera, y más allá de nacionalismos rancios, se trata de una forma simple de unir comunidades y representarlas. Riot Games lo sabe, y aún así ha estado mucho tiempo sin explotar esto.
Las enormes audiencias
Pero vayamos al secreto a voces. Riot Games no haría competiciones y ligas, si no las viera nadie...Y al contrario, hará toda competición que vaya a ser vista de forma masiva. Ayer Ibai llegó a tener más de 200.000 espectadores en su canal durante el España vs Francia; y eso sin sumar la señal de OTP y sus decenas de miles, así como el resto de re-streams franceses.
Estamos hablando de unas cifras que hacen palidecer a una de las cuatro grandes ligas como es la LCS norteamericana, la cual llegó a 176.012 espectadores de media durante esta misma temporada de primavera. Un torneo que uniera al resto de comunidades europeas como Polonia, Alemania, Dinamarca, Suecia o Italia, podría conseguir unos datos espectaculares de audiencia.
Las emocionantes jugadas
Evidentemente, hace falta nivel para que sea divertido de ver, al menos de forma masiva. Y lo cierto es que ayer vivimos una serie al mejor de cinco en el que incluso fue entretenido ver las diferentes variantes a nivel de quinteto por parte de España, unos cambios de dinámica interesantísimos entre Vetheo y Miniduke en la calle central, o la irrupción de jugadores como Flakked.
Quizás unas semanas de entrenamiento podrían haber dado más sinergia a los equipos y la presencia de dos casters como apoyos en ambas selecciones tampoco ayudaba por mucho que tengan cierto nivel, pero es innegable que el espectáculo dado por Francia y España fue de gran nivel. De cara a un torneo "oficial", podría incluso aumentarse este apartado.
Haría crecer las comunidades de cada país
Esto es quizás lo que más le puede interesar a Riot Games. En Europa hemos visto como siempre han querido potenciar las particularidades del continente. Aunque hay un stream inglés oficial de LEC, podemos disfrutar de la competición en varios idiomas distintos. El European Masters, por su parte, viene a traer esta emoción a los equipos regionales, así como crear una sensación de pertenencia a una comunidad en los fans similar a la que estamos discutiendo en estas líneas.
Parece razonable pensar que un torneo de selecciones podría atraer además atención de fans casuales o directamente ajenos a la escena competitiva. Francia y España lideran a nivel de comunidad el viejo continente, mientras Polonia tiene unos fans tremendamente apasionados; quizás este torneo podría plantar una semilla en Italia, Dinamarca o Suecia, y ser un potente punto de partida para muchos fanáticos.