Una de las costumbres más extendidas entre los jugadores de League of Legends es la de externalizar las culpas. Al final de cada partida es habitual ver en el chat de juego una retahíla de excusas en la que ningún jugador es capaz de asumir que, quizá, no ha tenido sus minutos más afortunados. No es extraño y, de hecho, este proceso se expresa de una u otra manera en multitud de disciplinas competitivas. ¿Qué equipo de fútbol no ha perdido alguna que otra vez por la actuación del árbitro?
Sin embargo, enfrentando la realidad de los datos, podemos ver hasta que punto se exagera la situación entre los jugadores de League of Legends. La lógica dice que si unos jugadores reciben menos ayudas, deben ser otros los que se llevan más parte del pastel. Un estudio de la comunidad ha otorgado un resultado que, pese a tener una muestra un tanto escasa por el momento, ha arrojado un resultado abrumador.
Como vemos en los datos, de los 257 jugadores que han respondido hasta el momento, un 45% de ellos (114) dicen recibir emboscadas del jungla enemigo de forma “bastante” o “muy” habitual. Sin embargo, solo el 5,5% (14) afirman que suele recibir ayudas por parte de su compañero de equipo. Incluso aplicando el margen de error más desfavorable (que es del 7%), la tendencia es muy difícil de contrastar.
Lo cierto es que en League of Legends nos podemos encontrar todo tipo de partidas. Hay unas cuantas que parecen imposibles de ganar, otras que ganamos incluso jugando mal y el resto en el que verdaderamente dependemos de nosotros. El objetivo, si queremos subir en rankeds, siempre debe ser conquistar esas partidas y estar siempre al máximo nivel. Al final, escribir “jungle diff” en el chat tras cada enfrentamiento no va ayudarte en nada.