Cuando algo nos sale mal en League of Legends o queremos quejarnos de un aspecto concreto del equilibrio del juego, es muy habitual caer en exageraciones. Que si los enemigos acaban con nosotros de un solo golpe o que los estamos curando con nuestros autoataques. En la mayor parte de los casos es solo eso, una hipérbole del todo natural que exagera la realidad. Sin embargo, ambas situaciones son posibles. De hecho, curar a los enemigos golpeándolos es más fácil de lo que crees.
Esta posibilidad lleva introducida en el juego desde que se introdujeron las Almas de Dragón en el parche 9.23 en el que comenzó la décima temporada del juego. Además, la posibilidad no es tan remota y solo requiere de cuatro situaciones concretas:
- Un equipo debe contar con el Alma de Océano
- Uno de los campeones debe tener el Chaleco de Zarzas (o Malla de Espinas)
- El oponente debe aplicarle menos de 160 puntos de daño en cada autoataque
- Solo golpeará una vez cada tres segundos
En este escenario ideal, cada golpe recibido infligirá daño al rival, de forma que se activará el Alma de Océano. Esta mejora nos otorgará una cura pasiva a lo largo de 3 segundos que tiene un valor de 160 puntos base y que aumenta conforme a estadísticas como el daño adicional, la vida extra o el poder de habilidad. Así, estaremos recibiendo curas por los golpes enemigos a la vez que conseguimos reducir sus puntos de vida con el daño reflejado de cualquiera de los dos objetos.
Que se den las circunstancias no es tan complicado y por norma general bastará que un campeón de apoyo trate de infligir daño físico al tanque de nuestro equipo armado con la malla de espinas. Campeones como Malphite, con la mejora de armadura de su escudo, incluso lo tienen más sencillo y pueden recibir ese daño de un tirador que se haya quedado por detrás. Una curiosidad de League of Legends que hace realidad un meme de la comunidad.