No resulta ya extraño que desde los medios de comunicación más generalistas se ataque a nuevas formas de entretenimiento, de distintas maneras. Sin embargo, con el paso de los años y la generalización (y aceptación) de los videojuegos como parte del día a día, los ataques se han ido reduciendo, aunque siempre hay notas discordantes, como la protagonizada recientemente por Espejo Público en el programa del 5 de abril de 2021.
En la emisión de dicho programa Susana Griso y su equipo de colaboradores pasan de narrar un problema con la custodia de un hijo con padres separados, y distintos criterios para educar a su hijo, a culpar directamente a los videojuegos del problema, e incluso hablar con el director de un programa de rehabilitación para adictos a los videojuegos. El foco cambia en la emisión rápidamente de un problema en la forma de educar y supervisar a los hijos por parte de los padres, a la justificación habitual de "los videojuegos son malos y generan adicción, según la OMS".
Si bien, se podría decir que con lo que hemos contado podría haber atisbo de dudas y, por supuesto, responsabilidad por parte de los mecanismos que utilizan los videojuegos para engancharte a sus mecánicas, lo cierto es que el alegato del invitado y el interés de la propia presentadora acaban restándole fuerza por resultar tan exagerados como alarmistas (e interesados). Que alguien que se lucra de desconectar a chavales de redes sociales, móviles y videojuegos sea quien afirme que estas nuevas tecnologías son 'los malos de la película', es un serio conflicto de intereses.
Más aún cuando Marc Masip, el susodicho invitado, afirma que los videojuegos son responsables de problemas como empeoramiento del rendimiento escolar, aparición de disputas familiares, desconexión del entorno social... ¡E incluso descuidar la higiene! Por supuesto todo esto no se refrenda con estudios o datos, más allá del apunte de la OMS del que ya os hemos hablado, y se obvían cualquier tipo de beneficio de esta forma de entretenimiento.
Por supuesto, durante la entrevista tampoco se hace referencia a la responsabilidad paterna en este tipo de conductas, ni tampoco a los mecanismos de control parental que ya incorporan la mayoría de sistemas de videojuegos modernos.
Pero la guinda es cuando se afirma que "mucho cuidado con que mi hijo juegue a videojuegos", por si no había suficientes dosis de alarmismo... Y ya de paso a ver si este supuesto experto consigue captar algún cliente más para su negocio de desintoxicación digital, en el que un paso fundamental el prohibir los videojuegos por completo.
Y así, básicamente es como Espejo Público consigue virar la narrativa de una noticia que comienza con unos padres irresponsables y un joven que suspende demasiadas asignaturas a una nueva perorata en contra de los videojuegos.
Por fortuna no es la tónica general de la pequeña pantalla, que cada vez mira con mejores ojos a los distintos tipos de entretenimiento interactivo, y el reciente Top Gamers Academy, también emitido en las cadenas de a3media, es la demostración de ello.