Una de las tendencias que más seguimos los jugadores de League of Legends es la de hacer caso a los jugadores profesionales a la hora de determinar cuáles son los mejores campeones y objetos para encarar nuestras propias partidas. Es un movimiento lógico: son los mejores y por algo tomarán esas decisiones. Sin embargo, no es ni mucho menos un éxito garantizado ya que en las grandes ligas también se toman decisiones algo cuestionables en cuanto a las elecciones de personajes.
Uno de los errores más habituales es el de sobrevalorar a los campeones. Es decir, darles demasiada prioridad cuando su eficiencia real no está ni mucho menos demostrada. Un fallo que se plasma cuando comparamos la tasa histórica de victorias de un héroe con su presencia en partidos competitivos. Una disonancia que, si la muestra es suficientemente grande, evidencia que el personaje es responsable de unas cuantas derrotas que de otra forma quizá no se hubieran producido.
Los dos campeones más sobrevalorados de League of Legends
Atendiendo solo a las grandes ligas, hay dos casos en los que se hace evidente la situación: Graves y Viktor. El más destacado es el del jungler, que acumula una presencia competitiva histórica del 21,2% y se ha jugado en la jungla en más de 1600 ocasiones con una tasa de victorias que se queda exactamente en el 45%. Graves es capaz de construir ventajas y tiene un buen KDA, pero queda más que demostrado que es ineficaz a la hora de ganar una partida.
El segundo caso es el de Viktor, otro personaje con historia en League of Legends que viene utilizándose de forma esporádica desde su rework. Un clásico entre clásicos a la hora de enfrentar líneas algo más pasivas cuyo escalado al juego tardío ha demostrado no garantizar nada. Como Graves, se queda en un 45% de tasa de victorias en su posición natural (en este caso Mid).
En el caso de este híbrido robótico, la situación es algo más alarmante ya que en su apariciones en otras posiciones los datos son todavía peores. El campeón se puso de moda en el carril superior, por ejemplo, donde en los meses en los que estuvo presente apenas ganó el 37,5% de las partidas que se disputaron. Una tasa de victorias que para nada justifica las 1398 veces qye se ha elegido a lo largo de la historia del competitivo de League of Legends.
Como podemos ver, que un personaje se utilice en competitivo no necesariamente es garantía de nada. Sin embargo, parece que hasta en el juego profesional se presta mucha atención a las sensaciones, pese a que algunos campeones han demostrado su ineficiencia en repetidas ocasiones.
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