Combinad a los videojuegos con tretas para usar dinero real... no es algo que tenga pinta de salir bien, y así ha pasado. Square Enix ha bloqueado más de 5000 cuentas de Final Fantasy XIV, su MMORPG que lleva varios años en activo y con una comunidad de jugadores cada vez más amplia, por usar el juego para intercambiar dinero real. Es uno de los reglamentos que está prohibido en los términos de servicio debido a que se tratan de actividades que "alteran el equilibrio del juego" y son ilícitas y convierten la experiencia en algo no equitativo.
La empresa nipona ha bloqueado un total de 5037 cuentas en el periodo comprendido entre el 24 de febrero y el 3 de marzo. Además, también ha baneado a un total de 814 cuentas más por dedicarse a hacer publicidad de este intercambio de dinero real en el título multijugador online de Final Fantasy.
Aunque esto ya es un aviso importante para que esta práctica deje de llevarse a cabo, desde Square Enix han instado a sus jugadores a reportar si ven que alguien está haciendo este tipo de prácticas en Final Fantasy XIV, al mismo tiempo que indican que seguirán tomando medidas con aquellos que intercambien dinero real o realicen cualquier tipo de actividad ilícita dentro del juego.
La noticia llega un mes después de que supiéramos nuevos detalles sorbe Endwalker, la nueva expansión de Final Fantasy XIV, que llegará próximamente al MMO de Square Enix incluyendo novedades y centenares de horas de juego; aunque hay varias entregas de la saga principal en desarrollo, el soporte que está teniendo un título que no comenzó demasiado bien pero que ha ido remontando con el paso de los años, congregando a una comunidad de fieles, es buena muestra del esfuerzo de la empresa nipona.
En el futuro de la saga, alejados de las propuestas online, está Final Fantasy XVI, el próximo FF7 Remake Integrade y la secuela; además de varios juegos para móviles de FF7.
Clive, Joshua y Jill. Aprended estos nombres porque sonarán mucho con el lanzamiento de Final Fantasy XVI, que reafirma su exclusividad en PS5.
