Call of Duty: Warzone no es un juego especialmente amable con los errores, especialmente en los modos individuales. Un despiste en el battle royale y estás fuera de juego o, como mínimo, te vas al gulag como un castigo que te da tiempo a pensar en cual ha sido tu error. Esta situación es la que hace tan difícil ganar y le da esa aura mágica al título, y también la responsable de algunas de las jugadas más épicas que hemos visto de su lanzamiento hace casi un año.
La que os traemos en esta ocasión es una jugada especial que demuestra lo proclives que somos a fallar los seres humanos. En ella, vemos como el protagonista acaba con un rival a placer después de encontrárselo en una de las esquinas más descuidadas de todo el barco de Verdansk. Una baja de lo más sencilla siempre agradecida para inflar un poco la proporción que viene con la contrapartida de que comete el mismo error inmediatamente después.
Casi como si se tratase de un bucle temporal, apenas pasa el tiempo suficiente para que el protagonista recargue placas de armadura antes de que un rival, alertado por el sonido y la sed de venganza, acabe creando un bucle temporal en Warzone haciendo exactamente el mismo movimiento que el protagonista acababa de realizar. Una jugada al estilo El Día de la Marmota que difícilmente podrá olvidar el implicado.
A veces las lecciones se aprenden por las malas y hacen falta este tipo de momentos para interiorizarlas cuanto antes. Si acabamos con un enemigo porque está mal posicionado, lo que debemos hacer es huir cuanto antes para evitar que un tercer jugador o equipo que haya escuchado las balas se aproxime a tratar de sacar tajada y pillarnos en una mala posición. Regla básica de Warzone y de los juegos battle royale aprendida para siempre.
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