Si hubiera que elegir una palabra para definir los cambios que llegaron a League of Legends de cara a la Temporada 11, esa sería sin duda revolución. El título de Riot Games vivió un complejo proceso de cambio en el que la mayor parte de los objetos fueron modificados. Apenas uno de cada tres fue digno de quedarse como estaba. De todo el proceso, claro, los más destacados fueron los ítems míticos: lo suficientemente importantes como para cambiar por completo los ajustes de equilibrio de League of Legends.
Desde su inclusión, la desarrolladora tiene una nueva preocupación: hacer que ningún campeón seleccione el mismo objeto mítico en más de un 75% de los casos. La regla no es así de estricta, ya que asumen que siempre habrá excepciones, pero se la han tomado lo más en serio posible. De hecho, a lo largo de las versiones han conseguido aumentar el ratio de campeones que son capaces de cumplir con la norma. Concretamente, de un porcentaje próximo al 20% de los personajes hasta un nada despreciable 88%. Un total de 137* casos positivos.
La clase perfecta es la más inesperada
Solo hay una clase que cumple a la perfección cumpliendo el requisito en todos sus campeones y es, probablemente, la más inesperada. Los tanques, objeto de críticas incesantes desde el comienzo de la temporada, logran los objetivos de forma holgada. Sejuani sería el personaje más problemático de esta categoría y todavía tiene un margen desde 67,9% de las ocasiones en las que construye la Égida de fuego solar hasta el 75% permitido por Riot Games. Eso sí, tenemos un importante pero: el Quimiotanque turbo apenas parece atractivo para los jugadores.
También cumplen con los criterios los apoyos basados en utilidad, conocidos por el nombre ingles “enchanters” donde ni toda la prioridad de la construcción basada en el Moonstaff ha sido capaz de acabar con el Mandato imperial. Solo incumple las reglas Yuumi, que se queda justo en el umbral: ya que construye el Renovador de piedra lunar justo en ese 75% de las partidas mencionado.
Mismo escenario para los asesinos, que salvo por Kha’Zix cumplirían, aunque muestran una importante predilección por el Filooscuro de Draktharr que hace que quizás haya que plantearse un ajuste próximamente.
Notas no tan positivas
Dos calases son especialmente problemáticas: Magos y Luchadores. Ambas parecen compartir la raíz del problema ya que cuentan con el mayor número de campeones del juego. 33 y 36 respectivamente. Incluso en la mayor parte de los casos cumplidos, hay una polarización bastante clara y queda la sensación de que hay unos cuantos objetos que no se están utilizando todo lo que deberían. Quizás, más campeones, impliquen la necesidad de un ítem más por categoría.
Para terminar, quedan dos categorías que también muestran una buena proporción Por un lado, los luchadores y asesinos de poder de habilidad, que tienen un abanico de opciones a la altura sin llegar a ser perfectos. Ambas categorías cuentan con un marcador de 3 en el apartado negativo. El problema en cuanto a los objetos míticos de poder de habilidad parece ser la poca prioridad por el “Riftmaker”, que no cumple con las expectativas y limita mucho las elecciones en esta categoría.
En cuanto a tiradores, los objetos demuestran ser sumamente buenos. De hecho, la norma solo no se cumple por unos cuantos casos excepcionales: Samira, Vayne y Jhin. Parece lógico que tres campeones con mecánicas tan únicas tengan derecho a saltarse las normas.
En resumen...
*Calculado sobre un total de 156 ya que Riot Games contabilizó 153 campeones y cada forma de Kayn (sin transformar, roja y azul) de manera individual.