Uno de los mitos ya desterrados del mundo de los videojuegos es que ya no hay espacio para los modos de un solo jugador. Pese a que cada vez hay más alternativas como servicio y títulos multijugador, lo cierto es que el éxito está lejos de ser seguro. El mejor ejemplo es BioWare, que en los últimos años pasó de estudio estrella a firmar uno de los fracasos más sonoros de los últimos años en la industria: Anthem.
Electronic Arts ya ha tirado la toalla en su intento de rescatar este título y ha desechado su segunda oportunidad. Fracaso el del shooter looter que nadie querría celebrar, pero que hará bueno el refranero español con ese “no hay mal que por bien no venga”. Al menos, esa es la sensación que queda tras una lectura del último reportaje de Jason Schrieer en Bloomberg. En él, se anticipa un cambio clave al próximo Dragon Age.
“La editora de videojuegos Electronic Arts ha dado un importante giro en el próximo juego de la popular serie Dragon Age, permitiendo a los desarrolladores eliminar todos los componentes multijugador planeados en el título”. Apenas 40 palabras encabezando su artículo que darán buenas sensaciones a todos los aficionados de la franquicia que esperaban una secuela al estilo tradicional y que, según comenta este afamado reportero, la tendrán.
Hasta ahora, también con base en la fuente original, hemos señalado solo el fracaso de Anthem como el desencadenante de la situación. Sin embargo, no es el único. Star Wars Jedi: Fallen Order es, por motivos antagónicos a los del shooter multijugador, el otro gran argumento en favor de los títulos al estilo “de toda la vida”. La obra de Respawn acumuló más de 10 millones de jugadores durante los primeros meses y ha demostrado que el camino de siempre sigue pudiendo reportar suculentos beneficios.
Dragon Age lleva anunciado desde el pasado año 2018 sin que tuviéramos más noticias al respecto. Sin embargo, la vuelta del RPG tradicional que caracterizó a BioWare es una realidad.
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