Una de las noticias del pasado año con respecto al League of Legends competitivo fue la retirada de Uzi. Tras un periodo de inactividad, el tirador por antonomasia del juego de Riot Games decidió colgar el ratón. Sus problemas de salud, derivados en parte por un estilo de vida que él mismo definió como perjudicial, fueron el desencadenante del adiós a una de las carreras más prolíferas de la historia del juego. Tocaba despedirse del eterno campeón que jamás ganó un título mundial.
Desde entonces, ha habido una serie de tímidos guiños a un posible regreso a la competición. Sin embargo, el contrato que le vinculaba a su exequipo (Royal Never Give Up) parecía uno de los grandes lastres para su vuelta. La situación se ha resuelto a lo largo de la presente semana: el jugador ha cortado lazos con el club de forma definitiva y con cierta polémica desarrollada en la red social Weibo, una suerte de plataforma similar a Twitter utilizada en China.
Sin embargo, no parece que Uzi vaya a seguir adelante por libre. El exjugador chino se ha unido a una compañía especializada en el mundo del streaming que le ayudará a desenvolverse en la industria de la creación de contenido con ayudas en términos publicitarios y cualquier asistencia que precise. Una situación que invita a pensar en que el tirador podría terminar de dar el paso en esa dirección y seguir adelante a tiempo completo como lleva haciendo desde su retiro.
Los aficionados han señalado en multitud de ocasiones a Royal como el mayor culpable de las trabas en la vuelta del jugador a la competición. Un tema sobre el que Uzi no se ha posicionado, ya que siempre ha supeditado su vuelta a diversos factores, como su estado de salud o su capacidad para volver a estar a la altura de los grandes jugadores y pelear por el título mundial.