Una de las claves del éxito de League of Legends es su accesibilidad. Pese a que el género de la estrategia es por definición uno de los más complejos del mercado, el título de Riot Games ha sido capaz de combinar esta pretendida dificultad con unas cuantas facilidades y licencias con respecto a la competencia que lo hacen más accesible. Es el epítome del clásico lema “fácil de jugar y difícil de masterizar”.
Es el segundo matiz, ese giro final de la frase, el que hace que sigamos jugando. Sí, es un título sencillo, pero rara es la ocasión en la que no aprendemos algo nuevo con base en nuestra propia experiencia o tras ver a otros disfrutar de todo lo que League of Legends tiene que ofrecer. Un ejemplo que, con todos sus fallos, tiene todo lo que un buen juego necesita para convertirse en uno de los referentes por excelencia de la industria.
Hoy os traemos una jugada que viene a darnos una lección de como funciona la visión en el juego de Riot Games. Un aprendizaje que surge del error de un jugador que, como tantos otros, tuvo la desfachatez de lanzar su Destello para darse de bruces con el muro del carril central. Todo para acabar viendo como su extraño movimiento acaba convirtiéndose en uno de cerebro galaxia que bien podría describirse como “todo falló de forma satisfactoria”.
En la jugada vemos como el Jayce protagonista escapa a un gancho muy bien tirado de Thresh con un Destello que parecía un verdadero despropósito. Sin embargo, en la repetición observamos como acaba justo en el ángulo muerto del jugador enemigo. El motivo es que la visión en League of Legends funciona con una perspectiva algo tramposa con respecto a la ubicación de la cámara, de forma que podemos buscar escondites en la Grieta del Invocador causado por los desniveles de su propia estructura.
La visión nace en círculo alrededor de nuestro propio personaje, un súbdito o un guardián en un radio determinado de unidades. Algo que puede dar lugar a estos ángulos muertos algo “tramposos” de los que podemos sacar mucho partido si sabemos cómo.
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