De todos los modos alternativos disponibles en League of Legends durante los eventos, URF es el más querido por la comunidad. La situación no es para menos, ya que esta modalidad nacida para el día de los inocentes de 2014 es una de las que ofrece más posibilidades de partidas completamente disparatadas y situaciones que son prácticamente imposibles de ver en los modos por defecto. Dejándonos hacer cosas asombrosas y llevando el título a su límite mediante la utilización constante de habilidades.
Curiosidades hay muchas, como las builds basadas en el Compás Letal que pueden elevar nuestra velocidad de ataque a cifras absurdas. Sin embargo, la que os traemos hoy es algo más improbable y consiste en un logro prácticamente imposible: acabar con un enemigo de un extremo a otro del mapa a nivel uno y utilizando una habilidad que ni siquiera tiene alcance global. Solo una combinación muy concreta de situaciones imposibles en las partidas tradicionales de League of Legends es la responsable de causar la situación.
En este caso vemos a Katarina utilizando su Q (Hoja Rebotante) ante un Jhin enemigo que, antes de recibir el impacto, es capaz de completar la vuelta a base y saltar directamente al carril superior. El rango de esta habilidad, una vez lanzada, es infinito, por lo que la cuchilla se pone a perseguir al enemigo por todo el mapa hasta acabar consiguiendo impactar sobre el rival cuando apenas tenía vida debido a las clásicas escaramuzas tempranas del modo de juego.
URF se ha ganado a los jugadores por la cantidad de este tipo de momentos que es capaz de ofrecernos. De todos los modos rotatorios de League of Legends es el único capaz de preservar a la mayor parte de los usuarios tras unos cuantos días activo y, de hecho, sus peores registros lo situaban a la altura de Teamfight Tactics poco después de su lanzamiento y muy por encima de ARAM.
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