La claridad se ha convertido en una de las principales ambiciones de Riot Games a la hora de actualizar League of Legends. En un juego competitivo, necesitamos tener controladas las principales variables con solo un vistazo a la pantalla. Una misión que la desarrolladora ha logrado con casi todos los elementos del juego: desde campamentos de la jungla y monstruos neutrales hasta elementos como la vida, el maná o las pasivas de diferentes enemigos que se muestran bajo esta barra (como el aturdir de Annie o las balas de Jhin).
Sin embargo, hay una campeona que se escapa a este control. Se trata de Irelia, cuya pasiva le otorga un extra de poder suficiente como para derretir nuestras barras de vida cuando acumula cargas suficientes. El Fervor Jonio, que es el nombre oficial de esta habilidad, otorga una mejora acumulable de velocidad de ataque y daño adicional. Un potencial devastador durante los primeros minutos de partida que desde la desarrolladora prefieren mantener oculto al enemigo.
Hay formas de controlar cuándo va a alcanzar esta pasiva, pero son torpes y demasiado complicadas para los nuevos jugadores. Además, el hecho de que no se muestren denotan un problema de inconsistencia, la clásica pregunta de por qué unos sí y otros no. El resultado es sencillo: se dificulta la adaptación de los nuevos jugadores que necesitan dominar más de 150 campeones en el juego cada uno con estas particularidades y que quizá ni perciban que existe esa pasiva durante sus primeras partidas.
La comunidad viene insistiendo en este problema durante mucho tiempo. Irelia gana algo menos de un 49% de las partidas en las que se juega en el carril superior y el porcentaje desciende casi un punto en la calle central. Quizá ese sea uno de los motivos que retiene a la desarrolladora. Sin embargo, parece evidente que todos los campeones tienen que cortarse por el mismo patrón y lo lógico es que el cambio llegara cuanto antes.