Era el partido más esperado de la máxima competición europea de League of Legends. Fnatic y G2 Esports se veían las caras en esta tercera semana de LEC. Un enfrentamiento con mucha historia por detrás. Los británicos no partían como favoritos, pero fueron capaces de pasar por encima de los samuráis en menos de treinta minutos y de forma muy contundente en el que castigaron todas las imprecisiones de sus rivales. Un partido con valor doble para la organización, que no había arrancado con buen pie en la competición.
Tampoco lo hicieron en este enfrentamiento. Todo parecía indicar que la venganza por los fichajes de Caps y Rekkles iba a tener que esperar después de que en las dos primeras jugadas fuera G2 Esports el que se pusiera por delante. Sin embargo, los movimientos corales de Fnatic devolvieron a Bwipo a la partida y le dieron al top laner belga una segunda oportunidad que no desaprovechó. A partir de ese momento, estuvo brillante el carrilero superior de Fnatic, que impuso su propio ritmo a la partida.
Lo intentaron los samuráis en un par de ocasiones, pero ya se había acabado todo el crédito. Las peleas estaban completamente decantadas y ni un par de esfuerzos a la desesperada fueron suficientes para acabar con un partido que pudo hacerse largo debido a los problemas de conexión de los jugadores del conjunto samurái. Sin embargo, el cronómetro en la Grieta del Invocador se paró en menos de 30 minutos en los que solo compareció un equipo.
Fnatic se reencuentra con el buen League of Legends y marca lo que debería de ser un punto de inflexión en la temporada. Con esta victoria el equipo se queda a una única partida del eterno rival y a dos de los puestos de cabeza. Mención honorífica para Rogue, que pese a caer esta jornada ante el Schalke 04 mantiene su liderato y la distancia con los principales competidores, que no han sabido aprovechar la derrota de los pícaros.
Por delante quedan cinco semanas de fase regular y unos playoffs que serán los verdaderos encargados de dictar sentencia.