Dentro de unos 5.000 millones de años se acabará todo. Y lo hará porque esa es la vida aproximada que le queda al Sol, la estrella de nuestro sistema. La humanidad está condenada a la extinción, pero no por la sobreexplotación de los recursos de la Tierra o los conflictos militares, ya lo estaba desde siempre porque sin Sol no hay vida posible. Es por eso que estamos inmersos en una contrarreloj como especie en la que tendremos que mejorar nuestro nivel tecnológico, con el objetivo de poder emigrar y no convertirnos en polvo de estrellas.
La fusión fría, computación cuántica, la colonización de Marte, la terraformación de otros planetas... La ciencia ficción nos ha dado pistas de por dónde deben ir los tiros, pero no habría que olvidar que el componente ciencia de la "ciencia ficción" es necesario. Es por eso que en 1960 el físico Freeman Dyson propuso un sistema de extracción de energía completamente revolucionario que podría sostener todo este avance tecnológico: la esfera de Dyson.
Sobre el papel, parece simple, como esas ideas de los niños que pensadas dos veces tienen todo el sentido. Dyson propuso rodear al Sol con una estructura tan grande como la órbita de un planeta y captar toda la energía radiacional emitida por el astro. Aunque estamos lejísimos de poder construir algo así, Dyson propuso buscar este tipo de estructuras por el firmamento (atendiendo al tipo de radiación infrarroja que tendría), ya que consideraba que sería un signo claro de una civilización avanzada.
Lo que quizás no se esperaba Dyson era que la ciencia ficción viera aquí un filón enorme. Novelas, series o incluso películas como Avengers: Infinity War han tenido este tipo de estructuras (recordemos cómo se forja Stormbreaker en Nidavellir). Pero la esfera de Dyson está en boca de todos en estos momentos por Dyson Sphere Program, un videojuego de PC que nos propone este increíble reto: construir una esfera de Dyson.
El pretexto es simple a más no poder. Comienzas en un planeta y tendrás que construir todas las tecnologías necesarias para pasar desde recoger cobre a mano, a construir una esfera de Dyson en ese sistema solar. A través de un sistema de gestión y descubrimiento de objetos, máquinas y demás opciones que nos recuerda a clásicos de PC como Factorio, iremos progresando en nuestra misión espacial.
Tras ser lanzado el pasado 21 de enero como Acceso Anticipado, Dyson Sphere Program ha ido logrando colarse en redes sociales y plataformas de vídeo como Twitch y Youtube gracias al boca a boca. El juego nació como un kickstarter el pasado mes de noviembre, recaudando cerca de 200.000 euros y superando la meta en cerca de 50.000 euros. Esto puede parecer poco dinero para las cantidades que se mueven en la actualidad en el videojuego, pero es bastante para un proyecto que ya estaba bastante avanzado y que sólo tiene 5 desarrolladores.
Como juego, Dyson Sphere Program es adictivo como pocos. El bucle de mejora es consistente y entretenido, pero acierta al dar al jugador algo que otros como Satisfactory o el anteriormente mencionado Factorio no tienen tanto: un objetivo final. El saber que tienes un punto al que llegar es motivante, pero el que además sea un logro tecnológico tan simple de visualizar y complejo de ejecutar como una esfera de Dyson alrededor de una estrella, es el golpe de efecto genial. Una premisa que enganche es fundamental en el desarrollo indie.
El boca a boca está siendo vital, pero entendible. Con un 97% de críticas positivas en Steam, este factor tan buscado por los juegos independientes que no pueden comprar una gran campaña de marketing como es la recomendación entre amigos y de los creadores de contenido. Dyson Sphere Program está logrando un nivel de popularidad tremendo a pesar de haber salido de la práctica nada aquí en occidente.
Se trata de un ejemplo del desarrollo de nuevo cuño chino. El estudio a cargo es Youthcat Studio, un pequeño grupo de Chongqing, que evidencia cómo es posible hablar de juegos chinos que no son una copia de una copia o un gacha para móviles. El desarrollo chino está viviendo una explosión del fenómeno indie que ya logra traspasar fronteras. Dyson Sphere Program es un juego que podría haber firmado cualquier estudio centroeuropeo con una tradición de desarrollo en PC de varios lustros.
Con en torno al medio millón de copias vendidas, un séptimo puesto en ventas globales de Steam en estos momentos y una popularidad en pleno crecimiento, es obvio que Dyson Sphere Program ejemplifica la nueva forma de hacer videojuegos en China; paradójicamente, de la misma forma que la novela 'El problema de los tres cuerpos' de Liu Cixin, con ciencia.