La noticia es, cuanto menos, curiosa. La búsqueda de victorias internacionales por parte de los equipos de la League Championship Series (LCS). Durante su rebranding, la competición había anunciado un nuevo capítulo en su historia, anunciando una temporada 2021 en la que los rookies y el talento cogería el guante. Pero parece que algunos de los equipos no comparten la filosofía de Riot Games.
Según Travis Gafford, periodista especializado en la LCS, varios de los clubes han pedido al estudio californiano que levante la restricción sobre el número máximo de jugadores importados en la región.
Después de la creación de la LCS en 2013, Riot Games no tardó en darse cuenta de que eran necesarias ciertas reglas que restringieran la cantidad de jugadores y equipos para que no sucedieran cosas como el LMQ de 2014 con cinco jugadores chinos. Hubo un precedente: en la década de 2010, la escena profesional estadounidense de StarCraft II, así como la mayoría de sus principales competiciones, fue invadida por jugadores coreanos, hasta el punto de que entonces no había ni un solo espacio libre para los jugadores de otra nacionalidad.
En 2014, para evitar dar a luz a una situación similar, Riot Games introdujo un sistema en el que a los jugadores profesionales de League of Legends se les asigna la residencia después de jugar durante varios años en la misma región. Y, cuando un profesional juega en una liga que no es la que le corresponde, se le considera un jugador importado. Para la mayoría de las ligas principales, esta regla también establece que un equipo no puede incluir más de dos jugadores importados en su plantilla.
Esta medida busca la representación de cada región dentro de sí misma y también intenta evitar la creación de superequipos hechos a base de talonario. Y parece que en la LCS, una liga que ya englobó LLA y Oceanía como regiones propias para ampliar el talento dentro de ella, a los equipos se les queda pequeño su territorio.
De la llegada de jugadores de regiones minoritarias a eliminar la regla de los imports, hay un trecho que Riot no parece estar dispuesta a cruzar. El sistema de liga regional existe precisamente para evitar partidos internacionales en temporada regular. En cambio, el Mundial y el MSI sí son centros neurálgicos de las batallas mundiales. ¿De qué serviría ver estas competiciones si los mejores equipos del mundo compiten entre sí cada semana en la LCS?
Esto no solo iría en contra del circuito competitivo que lleva siete años en marcha, sino que las consecuencias serían dramáticas para el resto de ligas. De hecho, la situación en la escena estadounidense ha sido preocupante durante varias temporadas a pesar de que el dinero no parece ser un problema allí
Por ahora, Riot Games no se ha pronunciado sobre la noticia, pero es difícil imaginar que el estudio californiano pueda siquiera considerar esta opción. Podemos ver el interés de una liga y unos equipos que reúnen a las leyendas mundiales, pero las consecuencias directas en el modelo actual parecen demasiado dramáticas como para que esto suceda.
Texto original de MGG.FR.