Pensadlo fríamente. ¿Cuántas veces en vuestra vida habéis pensado durante una mala etapa que merece la pena el sacrificio? Seguramente muchas, incluso durante esta terrible pandemia es natural que muchos hayamos pensado que tras este "sufrimiento" llegará la recompensa. No es ninguna coincidencia astral, se trata de algo que está adherido a nuestra personalidad desde hace unos miles de años, casi como esas aplicaciones que vienen preinstaladas en el móvil y que no son fáciles de eliminar.
La razón por la que consideremos de forma general que ser un mártir tendrá recompensa no es otra cosa que un pensamiento heredado de la tradición judeocristiana, la principal en occidente. No en vano, nuestro mayor "referente" no es otro que Jesucristo, alguien que "nos salvó mediante su sacrificio". Durante siglos se ha repetido de forma axiomática que el sacrificio conduce a la virtud, ya fuera con "hay que trabajar el grano al señor para que este nos proteja" o el más contemporáneo "estudia ahora y ya disfrutarás luego cuando tengas trabajo".
Esto se replica incluso en el deporte, donde se alaba de forma usual el sacrificio del jugador trabajador que "permite" que las estrellas puedan brillar. De hecho, en League of Legends hemos vivido esto con el papel histórico de toplaner sufridor que siempre encarnó el estadounidense Marcus "Dyrus" Hill, al que se le aplaudía cuando moría por tercera vez debajo de torre mientras sus aliados lograban objetivos. Pero, ¿y si hay una forma de brillar siendo "El Rey del Lado Débil"? La respuesta la tiene Andrei "Odoamne" Pascu.
No deberíamos olvidar que Rogue ha sido el último campeón de la temporada regular de LEC. En verano y con un 13-5, este equipo ya demostró ser el más regular. Tras no conseguir llegar a la final del split y después de unos Worlds descafeinados para ellos, Rogue atacó la agencia libre buscando cosas muy concretas. Desde la dirección técnica del club sabían que el rendimiento de Finn Wiestal no había sido el óptimo, al menos para su estilo de juego.
Es por ello que llegó Odoamne. El veterano toplaner rumano fue un 2x1 ideal para un Rogue que quería tanto mejorar el rendimiento en la calle superior, como recuperar la experiencia perdida tras la salida de Oskar "Vander" Bogdan con destino Misfits. Odoamne es además el epítome del pensamiento judeocristiano, con esa "crucifixión" que fue el 0-8 sufrido en el Schalke 04 durante verano y la posterior "resurrección" en forma de miracle run.
Rogue está 5-0 y bastaría con ver que Steven "Hans Sama" Liv es el primero en número de MVPs del partido con 3 galardones y que Emil "Larssen" Larsson está empatado en el segundo lugar con 2 para pensar, de forma acertada, que el club está teniendo grandes actuaciones de sus jugadores franquicia. Esto es así, pero para que un diamante brille como siempre, hace falta pasar una gamuza por su superficie.
Basta con echar un vistazo a los partidos de la pasada semana que enfrentaron a Rogue contra Misfits y Vitality. En ambos Odoamne muere antes del minuto 15, pero ya contaba entonces con una diferencia de 21 y 16 súbditos. Este está siendo el dato clave del toplaner rumano: es el segundo en diferencial de súbditos al minuto 15 con 18. Este dato sólo es superado por su compañero Larssen con 25, y el podio se completa con su también compañero Hans Sama con 14.
A pesar de ser un islote en su calle superior, Odoamne está logrando ser decisivo a nivel individual. Su farmeo demuestra el dominio que ejerce sobre una zona del mapa repleta de peligros y en la que su jungla apenas aparece.
En League of Legends, normalmente, ceder la presión en una calle y conseguir dar recursos a otras dos suele ser sinónimo de una buena planificación de partida. Con Rogue, que va 5-0, no sería raro encontrar palizas en cada rol del juego. Sin embargo, el asunto es que Odoamne está siendo de los jugadores más destacados de toda la liga y su jungla Kacper "Inspired" Sloma apenas se muestra por su calle, como demuestra el mapa de calor superior.
Odoamne está demostrando que no tienes que hipotecar tu fase de líneas para ser útil a tu equipo. Odoamne está demostrando que la virtud también puede ser encontrada sin necesidad de sufrir, o al menos que eso es totalmente secundario a la hora de brillar.