Tras la Demacia Cup en China y la Kespa Cup en Corea del Sur, ha terminado el tercer torneo oficial de las tres grandes ligas. Anteriormente esto implicaba el final de un split en la LCS norteamericana o en la LEC europea, pero todo ha cambiado en 2021. El nuevo formato de la LCS implica la creación de un torneo de pretemporada con el que dar el pistoletazo de salida a la competición: el LCS Lock-In.
Una primera fase de grupos y posterior cuadro eliminatorio nos ha tenido en vilo durante estas últimas semanas. Y en la noche de ayer se enfrentaron Team Liquid y Cloud9 por el título de campeón, el rol de principal favorito en la LCS y unos 150.000 dólares con los que arrancar la competición.
Team Liquid golpeó primero
El duelo evidente de esta final no era otro que el de Barney "Alphari" Morris y Luka "Perkz" Perkovic. Los dos cracks europeos llegaron este 2021 a Team Liquid y Cloud9 para convertirse en los jugadores emblema. La calidad de ambos está más que acreditada, razón por la que han firmado por unas sumas económicas sin precedentes en el LoL occidental. Y golpeó primero Alphari.
En 24:26 y 28:44 minutos de partida, Team Liquid se llevó un 2-0 casi inapelable. Es cierto que Cloud9 conseguía algunos asesinatos, pero los objetivos eran del equipo entrenado por Joshua "Jatt" Leesman. Y a esto hay que sumar actuaciones como el 7/2/4 con Gnar de Alphari o el 4/2/15 acumulado de Santorin en esos dos mapas.
0-2, ¿zona de confort para Cloud9?
Se suele decir que ir 0-2 en contra es una zona de confort para Cloud9. Durante su historia han estado en esta situación en no pocas ocasiones y el balance es sorprendentemente positivo para lo peliagudo del resultado. Sea verdad o mentira, lo cierto es que el equipo entrenado por Reignover y Mithy reaccionó y firmó dos buenísimos mapas. Perkz centró todos los esfuerzos de Team Liquid, llegando a morir en siete ocasiones durante las victorias de C9, permitiendo que el supporting cast pudiera brillar.
Silver Scrapes sonó en la primera final del Lock-In de la LCS norteamericana. Los considerados como mejores equipos de la competición se veían las caras en el BO5 decisivo, el público respondió con una audiencia importante y el nivel de la final permitió contemplar un quinto y decisivo mapa. Buenas noticias para una LCS que tenía que empezar a crear narrativas desde ya mismo tras la retirada de Doublelift y Bjergsen.
Un final sin mucha historia
Pero el quinto mapa decepcionó. Team Liquid fue una apisonadora comandada por un Alphari descollante y un CoreJJ que sigue demostrando que es uno de los jugadores más decisivos de todo el League of Legends competitivo cuando tiene el día. 25 minutos de quinto mapa en el que Cloud9 sólo logró una torre y cinco asesinatos aislados que terminaron siendo irrelevantes. Victoria y primer trofeo para Team Liquid en esta nueva etapa de la LCS.