Aunque los bugs son una situación habitual en las partidas de League of Legends, son raras las ocasiones en las que tenemos la oportunidad de verlos en competitivo. El motivo es evidente: en un año de competición se disputan menos partidas de las que se pueden jugar en una semana a lo largo de todo el mundo. Sin embargo, hay contadas ocasiones en las que es fácil ver como se cuela algún fallo.
El resultado de este tipo de interacciones imprevistas suele ser bastante molesto y no sería la primera vez que sufrimos un remake o la utilización de la herramienta que permite rebobinar partidas. Sin embargo, no todos los bugs de League of Legends influyen necesariamente en el resultado. De hecho, hay uno que lleva años en el juego y que se ha convertido en un evento surrealista que se queda en la mera anécdota cada vez que tiene lugar. Siendo, probablemente, el fallo más divertido de todos.
Apenas corría el minuto tres de la segunda partida entre ThunderTalk Gaming y Victory Five cuando ppgod acabó volando por los aires tras recibir un derribo aéreo de Teeen. Una situación que hizo que perdiéramos de vista a su Alistar durante casi cinco segundos hasta que volvió a aparecer caído del cielo de la Grieta del Invocador. Todo transcurrió con relativa normalidad, y apenas se notan reacciones en los jugadores más allá del despliegue de un par de emoticonos.
Este bug lleva años afectando a las partidas de League of Legends. Sin embargo, no se había dejado ver por la competición. Muy probablemente los jugadores ya lo hayan experimentado en sus partidas clasificatorias, y de ahí la falta de sorpresa. Además, no tiene demasiada influencia resultado teniendo en cuenta que el intercambio no hubiera ido a mayores.
En cualquier caso, es una situación de lo más extraña que convierte a ppgod en el primer “astronauta” de la competición de League of Legends. Sobre si veía algo o no por ahí arriba, no tenemos respuestas.