Aunque los ADC suelen ser los que más se quejan dentro de League of Legends, no son el rol más sacrificado. Es cierto que sufren cuando hay asesinos o magos poderosos, pero su rol es importante a la hora de asediar o en las peleas grupales. Pero son los apoyos los que más tienen que hacer con menos recursos.
Como hemos constatado durante estos últimos Worlds, su papel asistiendo al resto de líneas, generando ventajas en diversas zonas del mapa y llevando la voz cantante en un factor estratégico tan importante como la visión. Y todo esto sin poder conseguir recursos a través del farmeo o el asesinato de monstruos neutrales. Es por eso que este texto es una oda a los apoyos, y a su capacidad para sacrificarse por el resto.
Lo que vemos en pantalla no es más que un duelo dos contra dos en el que Alistar y Samira se enfrentan a Senna y Aphelios. La pelea parece que va a decantarse en favor del equipo azul, dado que Samira se queda a escasos puntos de vida de morir. Todo parece decidido cuando Aphelios cambia de arma y procede a usar la habilidad de su rifle para golpearla desde lejos; no hay siquiera escapatoria para Samira, ya que no dispone de Destello.
Justo cuando el proyectil sale disparado del arma de Aphelios, Alistar se sacrifica por su ADC. Mediante el uso del Destello se interpone en la trayectoria, como si de Kevin Costner en El Guardaespaldas se tratase. Eso sí, en absoluto cae, dado que tiene vida suficiente como para aguantar ese envite; así como ganar tiempo para que Samira pueda golpear a placer y llevarse un asesinato.
La moraleja es más que clara, no tengamos miedo a salvar la vida de nuestros aliados o a hacer de distracción. Si conseguimos hacer que nuestros compañeros estén sanos y salvos, siempre seremos más al golpear.