Mal inicio para Perkz en Cloud 9. El exjugador de G2 Esports protagonizó uno de los movimientos de mercado más mediáticos de la temporada de League of Legends al abandonar al conjunto samurái para mudarse a Norteamérica y firmar con un equipo que parece destinado a pelear por los primeros puestos de la competición continental. Sin embargo, su debut en el LCS Lock In ha dejado dudas después de que cayera derrotado ante Evil Geniuses en una muy mala partida.
El mid laner croata no fue capaz de hacer valer su elección de Yone ante la Syndra de Jizuke. No fue así en la fase de líneas y la situación no mejoró cuando llegaron las peleas grupales. Los desposicionamientos y la mala interpretación de los contextos de juego a la hora de utilizar la E (Alma Desatada) fueron la tónica habitual a lo largo de un encuentro en el que quedó patente la falta de rodaje y donde a Evil Geniuses le valió con la contundencia de Impact. El top laner campeón del mundo sigue en plena forma y le sacó los colores a Fudge, su rival en el enfrentamiento particular.
El duelo se extendió por más de 40 minutos en el que se mostró el juego al que la región nos ha acostumbrado a lo largo de los últimos años. Rotaciones escasas, errores de posicionamiento y fallos a la hora de plantear las escaramuzas o peleas grupales. Un recital de casi todo lo que no hay que hacer cuando se trata de ganar una partida de League of Legends que deja claro que, pese a las incorporaciones, la LCS tiene un largo camino por delante en el que deberá adaptarse al metajuego.
Todavía es pronto como para ser demasiado severos con Cloud 9. La mayoría han realizado muchos cambios y necesitan un periodo de adaptación. Tampoco hay demasiado ritmo competitivo y el LCS Lock In no invita, durante su primera fase, a que muestren sus mejores cartas. En cualquier caso y aún siendo el año más ilusionante para el League of Legends de Norteamérica, van a tener que vencer a sus propios fantasmas.