Con más de diez años de historia a sus espaldas, sigue habiendo una jugada que define por sí sola que es League of Legends. Se trata, como no podía ser de otra manera, del archiconocido backdoor de xPeke con Kassadin que tuvo lugar hace ya siete años en la Temporada 3. Un cúmulo de sucesos increíbles cuyo final es de sobra conocido y que ya hasta hizo que se bautizará la jugada con el nick del jugador murciano, que lleva repitiéndose desde entonces.
La jugada, aunque de una ejecución maravillosa, parte de la premisa más básica del juego que nos recuerda que para ganar no hace falta tener ventaja de oro, solo derribar el nexo enemigo. Un principio que en numerosas ocasiones se nos olvida entre tanta profundidad táctica y juego posicional, pero que puede conseguirse de las formas más surrealistas posibles cuando no tenemos otro recurso a nuestra disposición.
En esta reinterpretación que os traemos hoy, la situación no era tan dramática, pero no por ello resultó menos destacable. Después de un asedio que pintaba a victoria y acabó saliendo mal, el equipo que defendía se olvidó de limpiar un único súbdito. Un minion tan normal como cualquier otro que acabó poniéndose la capa de superhéroe para derribar los últimos puntos de vida del nexo golpe a golpe mientras todos los jugadores iban ignorándolo hasta que la victoria se hizo definitiva.
Tuvo que llegar un teleport de por medio para darle el último empujoncito, pero es innegable que el grueso del trabajo estaba realizado por uno de esos minions que en muchas ocasiones solo consideramos como sacos de oro a los que hay que eliminar y que pueden llegar a cumplir un papel clave en League of Legends que incluso nos catapulte a una victoria segura. Nunca infravaloréis al que puede ser el próximo héroe de vuestra partida como pasó en esta ocasión.