Podría parecer que el juego en dispositivos móviles habría tenido que descender tras incontables meses en los que salir de casa no es aconsejable, o directamente posible en según que regiones. Sin embargo, parece que se ha llegado a un punto en el que los móviles empiezan a tener videojuegos que dan pie a competiciones realmente interesantes hasta el punto de reunir a una cantidad realmente importante de espectadores y jugadores.
Este boom de los videojuegos competitivos para móvil lleva ya unos años dándose en regiones como América Latina, el sudeste asiático o directamente China. Y, además de los hits de Supercell, ahí están jugando un papel central los battle royale, que seducen a millones de jugadores por su acción frenética y su capacidad para dar rienda suelta a los modelos free to play tan apreciados en estas plataformas. Pero que se jugara mucho a un juego de móvil no es algo novedoso; como sí es que las multitudes se congreguen con esta pasión para ver competir a otros.
A pesar de que en Europa no ha pegado fuerte, Free Fire es religión en Brasil e Hispanoamérica. Millones de jugadores se congregan en plataformas como Youtube para ver a sus equipos favoritos y cada oleada de cosméticos desata el vendaval de locura en redes sociales, así como dentro del juego.
Ante la imposibilidad de realizar un torneo internacional para cerrar el año como en 2019 a causa de la pandemia de COVID-19, Garena ha organizado una serie de competiciones continentales bajo el nombre de Free Fire Continental Series. América, Asia y EMEA han sido las regiones elegidas para tener uno de estos torneos, con unos premios para cada uno de ellos de 300.000 dólares.
Aunque el pasado año el Campeonato Mundial sobrepasó los 2 millones de espectadores, estos torneos han podido poner sobre la mesa unos números inferiores pero más sorprendentes si tenemos en cuenta la naturaleza regional de los torneos. En Asia se llegó a 1.58 millones de espectadores concurrentes, en América 1.29 millones y en EMEA algo menos, con 274,015 espectadores.
PUBG Mobile sí que ha podido disputar su torneo mundial bajo el nombre de PUBG Mobile Global Championship (PMGC), y está viendo jugarse los partidos durante esta semana. El torneo ha llegado a los 1,588,477 millones de personas en directo durante su segundo día, y aún queda mucha competición por delante. Las finales se jugarán en enero y esta fase de liga durará hasta el 20 de diciembre.
Estos números, producto de una retransmisión en nada más y nada menos que 13 idiomas, pone sobre la mesa que incluso podría haber sido más, ya que India no compite tras el bloqueo del juego en el país después de acusaciones de uso de información privada de los usuarios. Y esto es importante porque es el país que más descargas del juego tenía.
Estos datos tan abrumadores llegan justo cuando Wild Rift, la adaptación de League of Legends por parte de Riot Games, llegará a gran parte del planeta. Tras estar disponible en apenas unos pocos países, regiones enteras como Europa recibirán durante estas semanas el nuevo videojuego de Riot Games para dispositivos móviles. América, donde se espera que sea un boom casi sin precedentes, tendrán que esperar hasta principios de 2021.
El auge del juego en móvil, fruto de regiones en los que el uso de dispositivos de sobremesa no está tan extendido como en la parte norte del occidente planetario, podría enfrentarse a su punto de inflexión. League of Legends es uno de los juegos más populares de esta región y Wild Rift bien podría tratarse del caballo de Troya definitivo de los videojuegos competitivos para móviles.
Cifras de Esports Charts.